Naiara Ardanaz, profesora de Historia del Arte de ISSA School of Management Assistants y Doctora en Historia, acaba de publicar un artículo que ahonda sobre los orígenes e historia de Aldama-Enea, la villa donde se han impartido las clases de ISSA Universidad de Navarra durante los primeros cincuenta años de la escuela.

El artículo aparece en el número 5 de la Revista del Departamento de Historia del Arte y Música de la Universidad del País Vasco (UPV). En él se recorre la vida de los marqueses de Aldama, la trayectoria de su arquitecto, José María Mendoza Ussía, así como la estructura, historia y decoración del edificio.

"En 1963 –resume la autora- se construyó Aldama-Enea, villa de recreo de los marqueses de Aldama en Donostia-San Sebastián y obra del prestigioso arquitecto madrileño José María Mendoza Ussía. El edificio guarda una gran unidad en todos sus elementos decorativos, entre los que destacan los azulejos Ruiz de Luna y las vidrieras de la casa Maumejean. Más adelante también intervino en algunas reformas el arquitecto donostiarra Eduardo Lagarde. La gran finca incluía otros edificios entre los que se encuentra Etxe Zuri, antigua sede provisional de las Juntas Generales de Guipuzkoa".

Según documenta la autora, los marqueses, que residían en el centro de la capital madrileña, se vieron obligados a desprenderse de la villa en 1925. La finca, que estaba compuesta de un hotel o casa principal, cuadras, cocheras y garajes, pabellón de portería, caserío, fortín, paseos y jardines, pasó a llamarse Eva-Enea. La adquirió la familia Arocena que, al residir en Cuba, se la alquilaba al embajador de Portugal en España, Teotonio Pereira. En 1960 los Arocena se deshicieron de ella siendo adquirida por la Diputación y la Universidad de Navarra.

El artículo, titulado "Aldama Eena 1913-2013. Un ejemplo de arquitectura neorrenacentista en San Sebastián" recoge detalles como el precio del terreno, cambios en la fachada y diferencias en la distribución de las dependencias. "Hasta los años 70 las paredes del hall estuvieron forradas con papel de seda roja", especifica Ardanaz.

La investigadora dedica un apartado a los zócalos y a las vidrieras, "todas pertenecientes a la firma comercial francesa Casa Maumejean", de la que realiza un breve recorrido histórico. Entre ellas destaca la Claraboya del hall, donde se representa una escena alegórica con Zeus y Hera como protagonistas, de la mano, "en un claro sentido alegórico que hace referencia al amor matrimonial". Para la composición del tema, donde se representa el cielo con dioses del panteón griego y la tierra con sus habitantes humanos y mitológicos, se utilizaron cuatro o cinco pinturas de Rubens.

A modo de resumen, la autora concluye que la villa "se caracterizó por poseer todos los elementos de modernidad que podía tener una vivienda burguesa de sus características: estancias con una funcionalidad claramente definida, distribuidas también por plantas siguiendo también criterios de representación, intimidad, higienismo, además de luz, agua, aseos, teléfono, etc.".