Tres alumnos de la Facultad de Farmacia ganan el III Concurso de Ensayos para Alumnos impulsado por Correo Farmacéutico
María Barbería, María Pilar de la Torre y Alejandro Forcada realizaron sendos trabajos sobre el papel del farmacéutico en el siglo XXI
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Los alumnos de la Facultad de Farmacia y Nutrición María Barbería, María Pilar de la Torre y Alejandro Forcada han resultado premiados en el III Concurso de Ensayos para Alumnos de Farmacia organizado por la Asociación Española de Farmacia Social, la Federación Española de Estudiantes de Farmacia y Correo Farmacéutico.
Los estudiantes han recibido un diploma acreditativo del premio a sus trabajos en Farmaforum 2016, el congreso anual de la Asociación Salmantina de Estudiantes de Farmacia.
La temática del ensayo de María Barbería se ha centrado en la identidad del farmacéutico del siglo XXI quien, según defiende en su ensayo, debe regresar al origen de la profesión, que no es otro que el cuidado del paciente. Por este motivo se pregunta en su trabajo “¿Quién está siempre al pie de calle? ¿A quién acude para evitar largas listas de espera del médico si “tan solo” tiene un resfriado? ¿Quién está para escuchar los problemas e inquietudes del paciente”. Por este motivo la estudiante propone “recuperar la identidad constituyéndonos como un colectivo seguro y firme, que sabe lo que quiere, que tiene armas para defenderse de las tempestades y que luchará siempre por el bien del paciente”.
Ejemplo de Reino Unido, Francia o PortugalMaría Pilar de la Torre aboga en su trabajo por mirar el ejemplo de la profesión en otros países, como Reino Unido, donde asegura que la farmacia asistencial está mucho más desarrollada. “En países como Portugal y Francia existe más copago de los servicios sanitarios y de los medicamentos, lo que permite mejorar la distribución de los recursos, acceder al historial clínico de los pacientes o mantener una comunicación diaria con su médico”, explica la estudiante.
Alejandro Forcada, por último, defiende que los farmacéuticos “estén totalmente integrados en los equipos sanitarios”, para lo que debe mejorarse la comunicación médico-farmacéutico. También destacó en su trabajo la pertinencia de “hacerse indispensable para la sociedad por la vía de la atención farmacéutica” que podría evaluarse anualmente con una “prueba de nivel” que asegure que el profesional cuenta con la preparación y la motivación adecuadas para realizar “una labor sanitaria óptima”.
Estos galardones los otorga un jurado heterogéneo compuesto por docentes, profesionales de Farmacia y periodistas, así como los ganadores de la anterior edición.