Nuria Esandi es profesora de la Facultad de Enfermería y afirma que “la formación muchas veces es un reto, en cuanto a cómo articularla en el día a día, en el trabajo, en la vida personal de cada uno, pero al mismo tiempo supone una oportunidad para cambiar, para mejorar, para abrirse camino ante nuevos retos, en definitiva para desarrollarse”.

¿Qué aporta la formación continua en la Enfermería? 
Somos conscientes de que el conocimiento científico y tecnológico evoluciona constantemente para dar respuesta a las demandas de una sociedad cambiante. De ahí que la formación continua permite a los profesionales de enfermería “mantenerse al día”, actualizar sus conocimientos, habilidades y actitudes, en definitiva su competencia, sobre la cual se basa su ejercicio profesional. Considero que los profesionales de enfermería necesitamos aprender de forma permanente para poder comprender, influir y liderar los cambios que sean necesarios en la práctica clínica y los sistemas de cuidados de salud.

¿Se demanda cada vez más enfermeras con formación de posgrado?
Cada vez  es más frecuente que los profesionales de enfermería se enfrentan a situaciones de salud-enfermedad complejas. Atienden a pacientes y familias en situación de vulnerabilidad, debido a un proceso agudo, crónico que comprometen diferentes dimensiones de la vida de las personas y que implican cuestiones relacionales, toma de decisiones. Para responder adecuadamente ante estas situaciones, ayudar y guiar hay que estar bien preparado. La formación de posgrado permite a las enfermeras desarrollar un perfil avanzado, con conocimiento experto y capacitación para tomar decisiones ante situaciones complejas.

Desde vuestra perspectiva como profesoras, ¿qué consejos daríais a las alumnas de último curso?
Pienso que no se trata tanto de aconsejar sino de alentar una inquietud intelectual constante, con ello me refiero a  tener ganas de aprender, de desarrollarse, de poder hacerlo siempre mejor.

La formación muchas veces es un reto, en cuanto a cómo articularla en el día a día, en el trabajo, en la vida personal de cada uno, pero al mismo tiempo supone una oportunidad para cambiar, para mejorar, para abrirse camino ante nuevos retos, en definitiva para desarrollarse. 

A mis alumnos trato de trasmitirles el gusto por aprender, por vivir aquello que aprenden. En la práctica se puede caer en la rutina, en las tradiciones, en el "hacerlo porque siempre se ha hecho así”. Esto no ocurre si continúas formándote, si se aprenden nuevas formas de hacer. El conocimiento te estimula a plantearte nuevos interrogantes, nuevas alternativas y mejores soluciones. 

¿En qué medida benefician los nuevos perfiles enfermeros (práctica avanzada y gestión) al profesional de enfermería?
Los nuevos perfiles de enfermería, por ejemplo la enfermera de práctica avanzada, suponen una expansión y  especialización de conocimientos teóricos, prácticos y de investigación, para su aplicación  a la hora de responder a las necesidades y demandas de los pacientes y sus familias, y del sistema de salud, que cada vez son más complejas.  

Contar con profesionales con un perfil de práctica avanzada supone contar con profesionales capaces de atender y resolver situaciones de complejidad en pacientes y sus familias; accesibles para la consulta y ofrecer apoyo y asesoramiento a otros miembros del equipo; con capacidad de análisis e iniciativa para el cambio, bien sea en el sistema de cuidados, bien en el entorno de trabajo y, por supuesto, promotores de la investigación, de la enfermería basada en la evidencia. La enfermera de práctica avanzada  puede implicarse activamente en la innovación de un servicio, trabajando conjuntamente con supervisora, enfermeras y gestores.