"La Pamplona romana", primera sesión del Club de Arqueología
El Club de Arqueología de la Universidad de Navarra celebró su primera sesión con la licenciada en Historia y arqueóloga María García-Barberena Unzu, quien habló de la "dura realidad física e intelectual de la arqueología urbana" y se centró sobre la Pamplona romana.
El club surgió en septiembre de 2014 de la mano de Javier Andreu, profesor titular de Historia Antigua y Arqueología en la Universidad, y de algunos alumnos de Historia y otros grados del área de Humanidades.
El objetivo no es otro que mantener la tradición arqueológica de la Universidad y fomentar la intensa vida arqueológica de Navarra. La idea es que los estudiantes tengan un contacto con la arqueología fuera del aula y tener la ocasión de dialogar con gente relacionada con el mundo de la investigación arqueológica en un contexto familiar.
Actualmente cuenta con cerca de 40 alumnos inscritos, quienes asistieron a esta tertulia, la primera de las muchas que tendrán a lo largo del año, además de excursiones, seminarios, visita a yacimientos…
Durante su intervención, María García-Barberena habló de la Arqueología Urbana y sus problemas. "El más importante es que sus principios son muy bonitos, pero utópicos", aseguró la arqueóloga.
Otras dificultades de la arqueología urbana que destacó García-Barberena es que sólo se basan en las excavaciones de urgencia o de control sobre el patrimonio (las que normalmente se realizan a partir de las obras urbanas), en visiones parciales del material encontrado y en escasos datos. La documentación se realiza de la manera más estricta posible, pero resulta una labor incómoda y se trabaja bajo presión. "Además, después de elaborar el informe existen problemas para publicarlo", concluyó.
La arqueóloga explicó que, con motivo de la crisis, se ha dado un parón en las obras urbanas y que ello, ha facilitado poder realizar varias excavaciones en Pamplona, encontrando así, más vestigios de la antigua ciudad romana de Pompaelo.
La ciudad romanaSegún García-Barberena, la historia de la ciudad romana era prácticamente desconocida hasta 1992, cuando comenzaron las excavaciones de María Ángeles Mezquíriz, en las que se estableció que la antigua Pompaelo se situaba en torno a la catedral.
Durante el coloquio, María García-Barberena recorrió los diferentes hallazgos de los trabajos arqueológicos llevados a cabo en Pamplona. A partir de una serie de pavimentos traídos desde Italia y datados en el siglo I a.C., se concluyó que "para llegar a la zona alta de la ciudad, la de la catedral, se hicieron una serie de terrazas artificiales para así destacar la zona monumental". "En la calle Curia se encontró un edificio termal bastante impresionante del que apenas queda un muro", contó también la arqueóloga.
Las termas más grandes descubiertas se encontraron bajo la Plaza del Castillo entre 2001 y 2003. "Estas termas fueron abandonadas tras la crisis del siglo III, lo que llevó a la reducción del perímetro de la ciudad", explicó García-Barberena. "Se estima que era un complejo termal de unos 2.000 metros cuadrados, que contaba con depósito de agua, hipocausto para calentar el agua, piscinas con mosaicos, canales de desagüe, gimnasio…"
"De esta época también se han encontrado restos de edificios, zonas pavimentadas, pozos de agua u otros elementos más mundanos como monedas, cerámicas y utensilios domésticos. Así como muchos restos de lo que fue un barrio artesano", concluyó.