El profesor José Manuel Fidalgo presenta las claves de Romano Guardini para lograr una visión cristiana de la vida
El experto en Teología Dogmática de la Universidad de Navarra impartió una sesión online
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El teólogo Romano Guardini desarrolló una profunda labor formativa cristiana de alto rango científico. “El pensamiento cristiano es una ejercitación para entender el mundo y la existencia por los ojos de Cristo, desde una perspectiva de fe: un estilo de pensar que podemos llamar visión sobrenatural”. Así lo afirma José Manuel Fidalgo, Profesor agregado de Teología Dogmática en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, quien impartió recientemente una sesión online para más de 120 personas.
Romano Guardini (1885-1968), actualmente en proceso de beatificación, además de un gran trabajo académico en universidades alemanas, llevó a cabo una intensa tarea pastoral como capellán, formador y predicador. Asimismo, su labor influyó de manera notable en la obra del papa Benedicto XVI, tal y como recordó Fidalgo, autor del libro ‘Ver por tus ojos. Poner a Cristo en el centro del pensamiento. Un estudio sobre R. Guardini’.
En la sesión, que llevaba por título ¿Qué significa "ver por los ojos de Cristo"? Guardini y la "ejercitación en el cristianismo", Fidalgo respondió a la pregunta formulada afirmando que “es equivalente a lo que podríamos llamar visión sobrenatural”.
Según Guardini, la principal dificultad que se presenta para pensar en cristiano es la imagen errónea de Dios y del hombre que ha generado la línea autonomista y subjetivista del pensamiento moderno: “Dios aparece como un rival de mi libertad y la libertad se entiende como autonomía absoluta, como no aceptar dependencia alguna”.
Todo cambia según Guardini con la aparición de Cristo y cuando éste se convierte en el centro del pensamiento. Este es el gran reto de la formación cristiana: “Tener visión sobrenatural es tener la visión que Cristo tiene de las cosas”.
El profesor Fidalgo sintetizó en cuatro puntos lo que Guardini recoge sobre la centralidad de Cristo en el pensamiento cristiano y sus consecuencias. En primer lugar supone distancia y perspectiva: “La visión sobrenatural es una cierta distancia de las cosas que nos libera de la inmediatez. Cristo es distancia; pero es al mismo tiempo es la cercanía a Dios”. En segundo lugar, Cristo supone la auténtica novedad: todo lo del mundo se agota en lo mismo, si no irrumpe Dios en nuestra vida. Igualmente, Cristo aporta realismo y concreción, ya que no hace teorías. Y por último, juicio y medida: “La única manera de ver el mundo de verdad y juzgarlo es desde Cristo. Él es mi medida y quien orienta la acción”.
Como conclusión del análisis del pensamiento guardiniano, el profesor José Manuel Fidalgo concluyó recordando que la centralidad de Cristo, plenitud de la revelación, viene dada porque Cristo nos trae a Dios, porque Él mismo es Dios. Y es a Dios a quien necesitamos.