“El cultivo de las virtudes que constituyen el carácter propicia tener una vida lograda”, afirmó James Arthur, director del Jubilee Center for Character and Virtues de la Universidad de Birmingham (Reino Unido). El profesor hizo estas declaraciones en el marco de un congreso internacional que organizó la Universidad de Navarra en colaboración con la Universidad Austral (Argentina) y con financiación de Templeton World Charity Foundation.

El experto británico defendió que el carácter “se puede enseñar, aprender y reforzar” y que “debe situarse en el corazón de la educación”. Reivindicó la necesidad de integrarlas en el entorno escolar y el currículum para beneficio de todos. “Si conseguimos que los niños florezcan, la sociedad también lo hará”, sentenció.

En ese sentido, señaló tres líneas de acción para que la escuela fomente el desarrollo del carácter: generar el ejemplo, la cultura y la influencia inspiracional para motivarlo y promoverlo; fomentar experiencias educativas dentro y fuera del aula para proporcionar a los estudiantes el lenguaje, el conocimiento, la comprensión, las habilidades y los atributos que lo hacen posible; y dar oportunidades a los estudiantes para generar la formación de hábitos personales.

Mencionó algunas estrategias como la introducción de historias en el currículum para propiciar la reflexión personal y el debate, y la integración de  las virtudes en las asignaturas de la escuela secundaria.

Piedras angulares del carácter

Durante su intervención, el profesor Arthur señaló las piedras angulares del carácter: las virtudes intelectuales, las morales, las cívicas y las performativas. Además, añadió que la sabiduría práctica las vertebra a todas.

Las primeras son “los rasgos del carácter necesarios para el discernimiento, la acción correcta y la búsqueda del conocimiento, la verdad y la comprensión”, dijo. Algunos ejemplos son la autonomía, el pensamiento crítico, la curiosidad, la reflexión...

Las segundas consisten en “los rasgos del carácter que nos permiten actuar bien en situaciones que requieren una respuesta ética”, explicó. Entre ellas están la compasión, el coraje, la gratitud, la honestidad, la humildad, el respeto...

Las terceras son, en palabras de James Arthur, “los rasgos del carácter necesarios para ejercer como ciudadanos responsables y comprometidos que contribuyen al bien común”, comoel espíritu de servicio, el voluntariado, ser buen vecino, la conciencia de comunidad, el civismo...

Las cuartas consisten en aquellos rasgos del carácter que tienen un valor instrumental para las virtudes intelectuales, morales y cívicas: la motivación, la determinación, la resiliencia, el trabajo en equipo...

Cuando se dan conflictos entre ellas –decir la verdad a una persona o guardar lealtad a un amigo, por ejemplo- entra en juego la sabiduría práctica. “Se desarrolla a través de la experiencia y la reflexión crítica y nos permite percibir, saber, desear y actuar con buen sentido”, declaró.

El profesor Arthur pronunció estas palabras durante la conferencia de clausura del congreso internacional ‘Educación del carácter en Latinoamérica: retos y oportunidades’, que lugar los días 13 y 14 de junio de 2018. Reunió a investigadores, profesores de colegios y responsables de políticas educativas en la IAE Business School de la Universidad Austral, en Pilar (Argentina).

El evento fue impulsado por ‘Investigar y promover la educación del carácter en escuelas de secundaria en Latinoamérica’, un proyecto de investigación conjunto de la Facultad de Educación y Psicología y el Instituto Cultura y Sociedad (ICS). Está financiado por la Templeton World Charity Foundation.