Leandro Gaitán: “La transferencia mental es la última conquista de la secularización porque despoja a Dios de la eternidad"
El doctor en Filosofía y profesor de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra imparte el seminario del “Grupo Ciencia, Razón y Fe” (CRYF) sobre los intentos de transferir la mente humana a otros soportes físicos
“La transferencia mental es la última conquista del proceso de secularización, porque despoja a Dios del único dominio que, después de siglos de modernidad, parecía pertenecerle: la eternidad. Lo expulsa definitivamente del horizonte existencial humano”. Así lo ha afirmado Leandro Gaitán, doctor en Filosofía y profesor de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra en el seminario “Transferencia mental y secularismo”, organizado por el Grupo ‘Ciencia, Razón y Fe’ (CRYF) de la Universidad de Navarra.
Colaborador del Grupo Mente-Cerebro del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) y miembro colaborador del CRYF, el profesor Gaitán ha realizado una aproximación a la corriente transhumanista y al Mind uploading, o el intento del ser humano por transferir los contenidos del cerebro a soportes físicos externos. Tal y como ha explicado, “la máxima del transhumanismo es la salida de los confines del cuerpo humano mediante la transferencia de nuestra mente, porque argumenta que la precariedad del cuerpo es la causa de todos nuestros males”. Asimismo, ha señalado que el transhumanismo está derivando en la secularización del ser humano: “este proceso tiende a la inmanencia, a renunciar y a expulsar toda referencia a un orden sobrenatural y trascendente, en definitiva, a expulsar a Dios del mundo”.
En este sentido, ha afirmado que los defensores de este movimiento lo consideran incompatible con la fe cristiana: “Conciben la relación hombre-Dios como algo antagónico, una relación de oposición en el que el hombre se libera por completo de Dios y de su propia condición humana”. Además, ha explicado que autores como Francis Bacon y René Descartes llegaron a postular que el dominio del ser humano sobre la naturaleza implica el logro de la inmortalidad por medios técnicos. Así, “la vida inmortal y su contenido divino se convierten en una dicotomía, algo propio de la corriente moderna”, ha asegurado.
Sin embargo, frente a esta corriente, ha afirmado que “el secularismo al que estamos tendiendo no tiene la última palabra para satisfacer los anhelos más profundos del ser humano. Como decía San Agustín, la inmortalidad es algo grande, pero no es suficiente”. Tal y como ha explicado, en contra de lo que piensa el transhumanismo, la religión se basa en el deseo de Dios, de infinito, no de la inmortalidad per se, porque la mera pervivencia no puede satisfacerle: “Así como los transhumanistas buscan escapar a la muerte de forma desesperada, el cristianismo le da un sentido y hace que podamos posicionarnos ante la muerte de una manera distinta”.
Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra y máster en Cognición y Evolución Humana por la Universitat de les Illes Balears, Leandro Gaitán imparte docencia en la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra. Además, forma parte del Grupo Mente-Cerebro, del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de este mismo centro y es miembro colaborador del CRYF. Su labor investigadora se desarrolla entre la neurociencia y la neurotecnología, el transhumanismo, la religión y la ética.