El Museo de Ciencias Universidad de Navarra utiliza el juego para acercar la Química a los centros escolares de Navarra

El Museo de Ciencias Universidad de Navarra, gracias a la subvención del Ayuntamiento de Pamplona, ha ofrecido a los centros escolares “El secreto de Manya”, un proyecto de educación de la ciencia, desarrollado por la doctora Cristina Sola, cuyo fin es acercar la química de manera amena a las nuevas generaciones.

“El objetivo de esta actividad es presentar la asignatura de química como algo atractivo, divertido y ameno, fomentar vocaciones y, en esta actividad en concreto, visibilizar la importancia de la mujer en la ciencia, ya que el hilo conductor es la vida de Marie Curie”, apunta la doctora Sola.

El juego consiste en resolver un misterio, a través de retos y experimentos científicos, sobre una herencia secreta recibida de Marie Curie. “Los enigmas para resolver son teóricos y prácticos, alternando actividades interactivas, con realidad aumentada y experimentación”.

Esta actividad –enfocada para alumnos de 4º de la ESO y 1º de bachillerato– se desarrolla en el centro educativo y está dirigida por monitores de la Facultad de Ciencias de la institución académica. El juego lo componen un total de seis cajas –que se pueden realizar en grupos de cinco personas a la vez– en donde están los diferentes materiales para poder desarrollar la actividad.

Los centros escolares de Pamplona que deseen albergar la actividad pueden realizar la solicitud a través de la web del Ayuntamiento. Para cualquier otro centro de la Comunidad Foral la petición puede cursarse a través del correo electrónico del Museo de Ciencias (museociencias@unav.es).

Los “Break Out” educativos –empleo del juego como herramienta de aprendizaje- implican una habilidad física o mental y para la doctora Sola estas herramientas tienen múltiples beneficios para los alumnos y alumnas: “repasar, reforzar o introducir el temario de un área específica; favorece el trabajo en grupo, la comunicación, la resolución de problemas y la toma de decisiones; fomenta la imaginación, creatividad, el pensamiento lógico y el razonamiento deductivo; produce una alta motivación, concentración, retención y aprendizaje; desarrolla la competitividad, la cooperación y la solidaridad;  permite tener un contacto con nuevas tecnologías”.