La Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra ha acogido un foro de trabajo del Máster en Diseño y Gestión Ambiental de Edificios (MDGAE). Bajo el título "Diseño ambiental y constructivo", el encuentro ha reunido a medio centenar de personas relacionadas con el mundo de la construcción, medioambiente, política y urbanismo.

La jornada, inaugurada por el director de la Escuela de Arquitectura José Ángel Medina, ha contado con la participación de Ana Isabel Oregi, consejera de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco; Luis Zarraluqui, consejero de Fomento del Gobierno de Navarra; Ana Sánchez-Ostiz, directora del MDGAE; y Eduardo Domingo, director de Desarrollo de la Escuela.

En su intervención, la consejera ha animado a las ciudades del territorio vasco a crear "una alianza entre instituciones y ciudadanía para luchar contra el cambio climático". En este sentido, ha afirmado que la regeneración sostenible de las ciudades necesita de "instrumentos políticos sobre todo para cambiar la legislación actual, obsoleta en muchos casos, y sortear los obstáculos que existen en el sector de la construcción".

Sobre los retos del futuro, Oregi ha explicado que Euskadi se está esforzando por alcanzar el reto de "emisiones cero en 2050" y ha insistido en que la gestión de los recursos es "crucial" para lograr un tejido urbano sostenible en un futuro.

Por su parte, Luis Zarraluqui ha destacado "el empuje reciente de la construcción sostenible" en Navarra y la necesidad de entenderla de forma "amplia y como una unidad de actuación en los respectivos barrios". Para ello, el consejero ha apuntado que "la interacción con los vecinos es muy importante a la hora de llevar a cabo un proyecto de rehabilitación" y debe englobar más que "una simple comunidad de vecinos". Asimismo, ha hablado de la experiencia de barrios como Lourdes o Chantrea donde se han llevado a cabo algunos proyectos con resultados positivos.

A continuación, Ana Sánchez-Ostiz ha hablado de la necesidad de luchar contra el cambio climático "tanto en edificios antiguos como en nuevos", además de destacar la importancia de dar pasos reales y certeros: "No nos podemos jugar el dinero de los ciudadanos, hay que demostrar que la sostenibilidad no es una teoría, sino una práctica que se demuestra con acciones que deben cuantificarse para medir la eficiencia de las medidas adoptadas".

Por último, ha destacado que "arquitectura sostenible no es poner inventos tecnológicos y un árbol y decir que es un edificio verde" y, en este sentido, ha afirmado que "toda la arquitectura, por sí misma, debería ser sostenible e integradora".