"Hace veinte años nadie hablaba de finanzas éticas. Hoy en día, suponen alrededor del 20% de los movimientos financieros que se producen en el mundo". Así se expresó en la Universidad de Navarra Stefano Zamagni, profesor de la Universidad de Bolonia y de la Universidad Johns Hopkins en Bolonia (Italia), y miembro del Pontificio Consejo de Justicia y Paz. El experto impartió la III ICS Lecture on Humanities and Social Sciences del Instituto Cultura y Sociedad (ICS).

El profesor Zamagni comentó que en los últimos años cada vez más empresas ponen el foco en los fines sociales a través de la responsabilidad social corporativa, el comercio justo... Y añadió que este propósito incluso ha dado lugar a una nueva figura legal, la certificación B Corp (Benefit Corporation): "Estas compañías tienen dos objetivos: por un lado buscan obtener beneficios y por el otro, servir a la sociedad, por ejemplo, haciéndose cargo del hospital, la universidad o bienes culturales de su entorno".

"Supone una revolución intelectual -subrayó Zamagni- porque nos hemos acostumbrado a creer que una compañía capitalista debe únicamente maximizar su beneficio. EE.UU., un país pragmático, cuenta ya con casi 200 B Corps y demuestra con ello que esa afirmación no es cierta".   

Una nueva cultura para el progreso

Estas iniciativas constituyen ejemplos, según Zamagni, de cómo reconectar ética y economía. "Son las dos caras de la misma moneda y durante siglos permanecieron unidas. Su ‘divorcio' ha provocado grandes desastres como la crisis que comenzó en 2007", puntualizó.

En esa línea, recordó que "la economía de mercado es fruto del cristianismo" y que la doctrina social de la Iglesia ha insistido desde siempre en que economía y ética deben ir de la mano. "Juan Pablo II, Benedicto XVI, el papa Francisco lo han recogido en sus enseñanzas. Observamos un mensaje consistente sobre este tema desde el más alto nivel de la Iglesia, que nos recuerda que los cristianos tenemos la gran responsabilidad de encauzar el río que se ha desviado", afirmó.

"El mundo cristiano debe darse cuenta de que a menos que generemos una nueva cultura no es posible el progreso. Eso no implica apartarse del mercado o destruir la riqueza, sino reconciliar ética y economía", finalizó.

Stefano Zamagni hizo estas declaraciones en el marco de la lección magistral que impartió bajo el título ‘Promover el desarrollo humano integral: la propuesta de la economía civil'. Se trata de la tercera edición de la ICS Lecture on Humanities and Social Sciences, una serie de conferencias organizadas por el Instituto Cultura y Sociedad con carácter anual e impartidas por investigadores de prestigio internacional.