Ana Carmen Gutiérrez, con sus compañeros de estudio FOTO: cedida

"Hacer prácticas en el extranjero te permite conocer otras culturas y gente nueva, practicar idiomas, y aprender otras formas de construir". Ana Carmen Gutiérrez anima así a otros alumnos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra a que busquen en otros países sus primeras oportunidades profesionales.

Así lo hizo ella cuando en el verano de cuarto de carrera colaboró durante un mes y medio en Architectuurstudio HH, en Ámsterdam. "Mandé un e-mail con mi currículo a todos los estudios reconocidos del mundo que me interesaban, y tuve muchísima suerte; me contestó el de Herman Hertzberger, un arquitecto de casi 80 años que formaba parte de la arquitectura holandesa, y que había sido íntimo de Aldo van Eyck", explica.

"Estuve ahorrando todo el curso -añade-, para que a la hora de pedir trabajo, no supusiera un inconveniente el no recibir remuneración. De hecho, creo que el dejar claro que no me importaba no cobrar me puso por delante de otros candidatos".

Y en quinto curso, repitió experiencia desde julio hasta octubre: "Volver al mismo estudio me dio algo más de seguridad para desenvolverme, y pude aprovechar el triple".

Según reconoce, el extranjero nunca fue su primera opción: "Mi objetivo era ver con mis propios ojos lo que era el mundo laboral, trabajar como arquitecto. Tenía ganas de ver cómo me desenvolvía en el trabajo; no me importaba hacerlo en España o en el extranjero, sino que fuera un estudio bueno, en el que aprendiera de verdad".

Ana Carmen se reconoce afortunada por haber abordado diferentes campos: ha estado en visitas de obra, ha ayudado en concursos, ha presenciado las primeras fases del proyecto… También colaboró en algún proyecto de interiorismo, en estudios de organización del programa de un proyecto de envergadura, y en cuestiones relacionadas con imágenes e infografías. Pero lo que más disfrutó fueron los viajes para ver arquitectura por Holanda, Alemania, Suiza y Francia.

"Me gusta pensar que he aprovechado el verano en seguir aprendiendo", afirma con rotundidad. "Al principio me preocupaba el hecho de dedicar todas mis vacaciones a trabajar, pero al estar en un país extranjero, el conocer lugares nuevos y gente nueva te ayuda a tomártelo como unas vacaciones. Si te organizas bien hay tiempo para todo".

Con respecto a la gestión de las prácticas, indica que "hay que ser listo y moverse lo antes posible. Al fin y al cabo, y aunque a veces parezca lo contrario, el periodo de prácticas está para que lo aprovechemos nosotros, y eso depende del entusiasmo que uno le ponga".