El pasado martes 16 de diciembre el Grupo de Investigación Ciencia Razón y Fe (CRYF) de la Universidad de Navarra invitó a la profesora Camino Cañón Loyes, de la Cátedra de Ciencia, Tecnología y Religión, de la Universidad Pontificia Comillas, a impartir el seminario "Espiritualidad naturalizada".

La ponente empezó constatando el hecho de que actualmente existe un rechazo a la espiritualidad trasmitida en el pasado. "En la tradición del pensamiento podemos decir que la búsqueda del sentido de la vida se fraguó en los tres puntos de un triángulo: en el vértice superior estaba Dios; en el  segundo la naturaleza y en el tercero el ser humano. En la modernidad la naturaleza pasa al vértice superior y emerge una  espiritualidad que alimenta el espíritu humano sin necesidad de acudir a Dios", afirmó.

En 2007 Marià Corbí publicó "Hacia una espiritualidad laica", cuya tesis es la de afirmar que el ser humano puede llegar a la espiritualidad sin Dios, sin religiones, sin creencias. A esta corriente se la denomina "Espiritualidad naturalizada". La profesora Cañón Loyes analizó los textos de dos autores americanos: Sam  Harris, autor de "El fin de la fe"  y Owen Flanagan, que escribió "El problema realmente duro".

Explorar este terreno, verdadero logro del primate evolucionado, va a depender de cómo proceda nuestro discurso sobre la religión (Harris), de manera que deje de tener sentido hablar de "experiencia religiosa" y sólo pueda hablarse de "experiencia espiritual". Así, el problema realmente duro consiste en encontrar una explicación científica que dé cuenta de una espiritualidad sin Dios (Flanagan).

A lo largo de la exposición, y en el coloquio posterior, la ponente puso de manifiesto las dificultades e inconsistencias de la pretensión de instaurar ese tipo de espiritualidad naturalizada o, dicho de otra manera, de conseguir una especie de "santidad" sin Dios.