Francisco Javier Carmona se graduó en Biología en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra. En la actualidad, investiga en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York. Tras casi una década de trayectoria profesional recuerda su paso por la Universidad de Navarra. 

¿Por qué decidiste estudiar Biología?
Lo tuve bastante claro desde que me empezó a interesar el mundo de la investigación, y desde el principio supe que eso era a lo que quería dedicarme al salir de la facultad.

¿Dónde preparaste tu tesis doctoral?
Comencé mi formación investigadora en el CNIO, en el laboratorio del Dr Esteller, y al trasladarse éste a Barcelona le seguí y termine la tesis doctoral en el Programa de Epigenética y Biología del Cáncer (IDIBELL)

¿Crees que haber estudiado en la Universidad de Navarra te abrió puertas en el extranjero?
Sí. Haber estudiado en la Universidad de Navarra me ha permitido conocer a quien ha sido mi mentor mas cercano e influyente en mi carrera, el Dr Luis Montuenga, con quien sigo manteniendo una excelente relación y en cierto modo ha guiado mis pasos hasta lo que soy y donde estoy hoy.

¿Qué valor diferencial cree que el aportó la Universidad de Navarra?
El trato cercano del cuerpo docente; y a nivel lectivo, el excelente nivel de las prácticas en los departamentos.

¿Recomendaría a otros estudiantes que hicieran parte de su carrera fuera de España?
Considero que hacer una estancia en el extranjero, bien sea antes o después de la carrera, o durante la misma, es una experiencia a todas luces enriquecedora. Más aun hoy en día que todo se mueve a escala global, el entrar en contacto con otras culturas, otras formas de pensar y  trabajar, y el saber adaptarse a otras costumbres, confiere una madurez y una visión del mundo mucho más amplia que revierte positivamente a nivel profesional, por lo que diría que además de recomendable, salir al extranjero es incluso necesario.

Alguna anécdota o recuerdo que tenga de la Facultad de la que se ha acordado ejerciendo la profesión.
Hace poco me encontré en un congreso con la primera persona que me enseñó a trabajar en laboratorio cuando comencé las prácticas de Biomarcadores del CIMA, Jackie Agorreta, y estuvimos charlando y recordando aquella etapa en que daba mis primeros pasos. Pasado el tiempo, sigo haciendo ciertas cosas de la misma manera que me enseñó hace 10 años.