La semana pasada tuvo lugar el curso organizado por el Instituto Core Curriculum para doctorandos “Bases Antropológicas y Éticas de la Investigación en la Universidad”.

Durante las sesiones del curso, impartidas por profesores de la propia Universidad, se abrió un diálogo en torno a temas como la visión global de la investigación en la universidad, la identidad de la institución universitaria y de la Universidad de Navarra, el perfil personal y profesional del investigador, la interdisciplinariedad, la responsabilidad social y ambiental de la universidad y la relación entre la ciencia y la religión.

Los mayores retos planteados en el curso fueron los de recuperar una visión amplia, no fragmentada, de la realidad, y fomentar el coloquio entre investigadores de todas las áreas del saber.

La opinión de los doctorandos: 

Iñaki Celaya, doctorando de la Facultad de Psicología y Educación

 

“Este curso es una invitación a reflexionar sobre el propio quehacer del investigador, algo muy necesario ahora que esta labor se ha burocratizado tanto y está tan centrada en la dimensión técnica y  productiva. Además, los ponentes han hablado de temas diversos que seguro abarcan las diversas disciplinas que allí había representadas.

De las sesiones sobre la identidad cristiana, ciencia y religión, destacaría el dato de que el proceso de secularización también se ha dado de manera importante en el ámbito científico. Tras la modernidad ha ganado fuerza la corriente que considera que ciencia y religión son elementos excluyentes”.

Willy Atangana, doctorando de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales

 

“Personalmente he salido encantado de este curso y lo cierto es que recomendaría que la gente lo cursara el primer año de doctorado. Ayuda a mentalizarse sobre lo que supone un doctorado. Algunas ideas sueltas que resaltaría de estos días es que cada uno ha de tratar de buscar la verdad a sabiendas de que la ciencia que usamos, al igual que nosotros, tiene límites. La universidad (y personalmente creo que todas las instituciones), tiene como objetivo principal mejorar la realidad de la sociedad que estudia.

Para que una tesis sea buena, además de procurar ser bueno en lo que haces, hay que ser humilde. Muchas veces, hace falta que gente de otras ramas nos ayuden y hay que ser lo suficientemente humilde ya no solo para aceptar las críticas sino para pedir ayuda”. 

Teresa Gutiérrez Alemán, doctoranda de la Facultad de Enfermería

 

“Tener la oportunidad de acceder a este curso de formación impartido por destacados ponentes sobre diferentes temas, así como al diálogo que se suscitaba tras las ponencias ha sido, sin duda, un privilegio y una ocasión de conocer mejor la esencia de la Universidad.

Del curso querría destacar la defensa de la sabiduría que ha resonado con fuerza en el fondo de los discursos. Entendida ésta como la forma de evitar una realidad preocupante en el hombre de ciencia actual: la especialización o, como decía José Ortega y Gasset, “la barbarie del especialismo”.

Como vía para aproximarse a esta sabiduría, los profesores destacaban la importancia de establecer un diálogo constructivo entre las ciencias. Un diálogo que sólo se puede dar en la medida en la que uno camina por su ciencia y comprende o reconoce el lenguaje de las otras. Considero que muchos de nosotros hemos entendido la importancia que esto tiene, y de ahí, la propuesta de dar continuidad a estas sesiones con coloquios sobre temas de interés para los estudiantes de Doctorado de las diversas Facultades. Será una oportunidad muy enriquecedora para comenzar a crecer en ese diálogo interdisciplinar. Ha sido una acogida oportuna en el inicio del desarrollo de la vocación académica”.