La propuesta plantea intervenciones de baja energía y pequeña escala, pero de alto impacto para la ciudad a través de proyectos efímeros y atemporales situados en los vacíos urbanos. "Construir un pabellón desmontable, no sólo permite hacer un uso temporal de un terreno que en el largo plazo va a tener otro destino, sino que hace posible la reutilización de sus componentes para ser montados en tantos vacíos como sea necesario", afirma el autor del proyecto, Juan Ignacio Rodríguez Olivencia, de la Universidad de  la República de Montevideo (Uruguay).

Este concurso internacional, cuyo jurado estuvo compuesto por el director de la Cátedra Madera,  José Manuel Cabrero, y los arquitectos Manuel Enríquez y Francisco Glaría, valoró que se tratase de "un  proyecto riguroso y coherente con adecuada relación entre el programa y el conocimiento constructivo en la utilización de la madera. Se trata de un edificio dotacional que permite utilizar vacíos urbanos desde una definición de los componentes de madera en forma de paneles que ocultan en su interior los anclajes e integran la iluminación y el soporte de los revestimientos".

Además, hubo dos accésit, para "Al hilo de la seda·", proyecto de Ainhoa Fernández Calleja, de la Universidad Politécnica de Cataluña, y "Muziris Re Discover", de Julián Leopoldo Gil Benegas, de la Universidad Camilo José Cela.

El concurso está promovido por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra y la Cátedra Madera, iniciativa conjunta del Gobierno de Navarra y el centro académico.

El certamen tiene como objetivo premiar el proyecto fin de grado (PFG) de arquitectura que mejor resalte la utilización de madera y aspectos de sostenibilidad. El galardón consiste en una beca que cubre el coste de la matrícula en el Máster en Diseño y Gestión Ambiental de Edificios (MDGAE) que se imparte en la Universidad de Navarra.