El recientemente fallecido artista Rafael Sanz Lobato, donó su obra al Museo Universidad de Navarra el pasado junio de 2014. El legado, compuesto por más de 1.000 piezas, reúne la totalidad de su producción: su obra de autor, fotografía documental, retratos y bodegones, su trabajo profesional y todo el conjunto de negativos.

Según comenta Rafael Levenfeld, miembro del comité de dirección artística del Museo Universidad de Navarra y amigo personal del artista, "su obra se integra de una manera perfecta en la colección del Museo Universidad de Navarra, sirviendo de brillante eslabón en un amplio conjunto que va desde la fotografía documental del siglo XIX, de su continuación con los fotoperiodistas que desarrollan su trabajo hasta la Guerra Civil española hasta las nuevas generaciones que implementan un nuevo acercamiento a la sociedad que les rodea".

Asimismo, Rafael Levenfeld, destaca de Sanz Lobato que "fue una persona de enérgico carácter, inteligencia aguda y compromiso con la época que le tocó vivir. Todo esto le llevó a una enorme pasión por la fotografía, que entendía como un reflejo de una sociedad cambiante. Su mirada hacia los entornos rurales y urbanos nos dejaron constancia de que la fotografía podía seguir escribiendo páginas que todavía no estaban relatadas. Rafael fue uno de los principales referentes de la amplia generación de fotografía documental española surgida a mediados de los años setenta".

Rafael Sanz Lobato (Sevilla, 1932) se asentó con su familia en Madrid en 1941, donde comenzó sus pasos de manera autodidacta como fotógrafo aficionado, a los 22 años, observando de manera directa la vida de la capital durante la postguerra. Fue uno de los máximos exponentes de la fotografía documental en nuestro país; reflejó de manera magistral la vida en España desde los años cincuenta hasta el inicio de la década de los ochenta. Captó con su cámara de manera realista la esencia del mundo rural y urbano. A partir de 1977 se dedica a la fotografía como profesional, con trabajos relacionados con el mundo del arte, la publicidad y la fotografía por encargo. Tras esta etapa retoma su faceta creativa más personal, centrada en la ejecución de retratos y bodegones. Fue miembro de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, del grupo La Colmena, de la que fue cofundador, y del Grupo 5. Se le concedió en el año 2003 la medalla de oro al Mérito de las Bellas Artes y en el año 2011 el Premio Nacional de Fotografía.

Entre la ingente producción artística, algunas de sus series son "Bercianos de Aliste' (1971), ‘La caballada de Atienza' (1970), ‘Rapa das bestas' (1970) y ‘Auto Sacramental de Camuñas´ (1969).