El profesor de música como motor del empoderamiento de comunidades en desarrollo
Este es el tema que aborda Isabel Espinel en su TFM del Máster en Investigación en Ciencias Sociales, que cursa gracias a una beca del Social Trends Institute
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En muchos países existen zonas con comunidades desfavorecidas con dificultad para acceder a una buena educación y padres que deben elegir entre trabajar para llevar comida a casa u ocuparse de sus hijos. Esto provoca que muchas veces los niños queden desatendidos y sin una buena escolarización. Para resolverlo, algunos profesores de centros de estas regiones han querido colaborar con su empoderamiento a través de proyectos musicales que fomentan la educación de los niños y el sentido de comunidad, a la vez que proporcionan un respiro a los padres.
“Esta iniciativa comenzó en Venezuela, con el programa de orquestas y coros infantiles y juveniles de rescate social, y se ha replicado en 60 países del mundo”, explica Isabel Espinel, estudiante del Máster en Investigación en Ciencias Sociales (MICS) de la Universidad de Navarra, en el itinerario de Educación que ofrece la Facultad de Educación y Psicología.
Espinel, natural de Ecuador, estudia el MICS gracias a una beca del Social Trends Institute y en su Trabajo de Fin de Máster (TFM) busca comprender el origen y el alcance de este fenómeno social que ha movilizado a cientos de profesores de música. “Este máster me ha ofrecido una base sólida en metodología, diseño de proyectos y análisis y síntesis de resultados”, afirma.
La estudiante ecuatoriana tratará de responder interrogantes como: ¿qué mueve a un profesor a implicarse tanto como para ir más allá de su labor en la escuela y crear iniciativas como coros u orquestas? ¿Es el educador un verdadero agente de cambio? ¿Por qué se apuesta por intervenir a través de la música? Para realizar esta investigación entrevistará a docentes que forman parte del sistema de coros y orquestas de países como Bolivia, Argentina, Canadá, EE.UU., Brasil y Ecuador.
En su análisis aplicará el paradigma relacional, desarrollado por Pierpaolo Donati (profesor de la Universidad de Bolonia, Italia) -que visitó recientemente el Instituto Cultura y Sociedad-, para comprender qué motiva a un educador a hacerse cargo de estos colectivos y si el contexto social actual ha motivado este cambio y ha favorecido su expansión sistemática. “Ya no esperamos que el Estado proporcione todos los bienes necesarios, sino que se consiguen a partir de la comunidad”, comenta. Espinel considera esto positivo ya que favorece la creación de redes y de una identidad común.
Ser educador en zonas vulnerablesAntes de estudiar el MICS, esta alumna se graduó en Música por la Universidad de los Hemisferios y cursó el Máster en Educación Interdisciplinaria de las Artes de la Universidad de Barcelona.
Se puso en contacto con este tipo de sistemas de educación (musical) gracias a su trabajo en la Fundación ‘Enseña Ecuador’ que forma parte de la red ‘Teach for All’. La Fundación introducía a personas de fuera del ámbito de la docencia en colegios en zonas desfavorecidas -a unos 60 kilómetros de Quito- para que llevasen a cabo nuevas metodologías de trabajo de proyectos comunitarios. En concreto, Espinel desarrolló una propuesta de música con estudiantes de la Unidad Educativa Corazón de María, con los que realizaba conciertos didácticos en escuelas aledañas.
“Había gente que escuchaba lo que queríamos hacer y nos regalaba instrumentos que ya no utilizaba”, afirma. Para la estudiante, estos proyectos son una manera de mejorar los vínculos con la comunidad y el entorno educativo más allá de la docencia “El docente es un referente y estos niños necesitan modelos a los que seguir”, asegura.
Una vez termine el MICS, volverá a Quito para empezar a trabajar en la dirección del colegio Caminitos de Luz. Según explica, “es un centro que acoge a niños que no tienen acceso a la educación pública, cuyas familias tienen muchas dificultades económicas”. De hecho, el colegio ofrece un programa de nutrición con desayunos y almuerzos y sigue abierto por las tardes para que los padres puedan trabajar esas horas.