Un nuevo nexo entre la inflamación y la trombosis
Investigadores del CIMA y del CSIC abren posibles vías terapéuticas para el infarto de miocardio y el ictus isquémico
Existe una estrecha relación entre la inflamación y la trombosis: así como los procesos inflamatorios pueden favorecer un estado protrombótico, los componentes de la cascada de coagulación también intervienen en la respuesta inflamatoria. Una investigación realizada por dos grupos de la Red de Investigación Cardiovascular (RECAVA) muestra que la metaloproteasa-10 (MMP-10) es un nexo clave entre la inflamación y la trombosis, particularmente en situaciones de mayor riesgo trombótico, como después de un infarto agudo de miocardio (IAM) y en la coagulación intravascular diseminada (CID). En el trabajo, publicado en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, ha participado el equipo del Dr. José Antonio Páramo, en colaboración con el grupo del Dr. José Martínez-González, del Centro de Investigación Cardiovascular (CSIC-ICCC) de Barcelona.
Los científicos observaron que los niveles circulantes de MMP-10 son un buen marcador de disfunción endotelial en patologías en las que la generación de trombina está aumentada, como sucede después de un IAM o en la CID. En el estudio, se describe el mecanismo a través del cual la trombina, por medio de su receptor PAR-1, regula la expresión y la actividad de la MMP-10 en la pared vascular.
Estudios experimentales y clínicos indican que la trombina, además de intervenir en la coagulación y en la trombosis, ejerce efectos pro-inflamatorios. La inflamación es el principal desencadenante de los episodios cardiovasculares, ya que, entre otros efectos, induce la producción de enzimas que degradan la matriz extracelular (metaloproteasas), lo que desestabiliza las lesiones ateroscleróticas y favorece su complicación trombótica. "El interés del estudio radica en que se describe por primera vez la MMP-10 como un nexo entre la trombosis y la inflamación, dos procesos que están detrás de la CID y de las dos principales causas de mortalidad en los países occidentales: el infarto de miocardio y el ictus isquémico. Nuestros trabajos sobre la MMP-10 son pioneros en el ámbito cardiovascular, y abren la vía a nuevas terapias dirigidas a modular la respuesta inflamatoria/proteolítica y reducir el riesgo de complicaciones trombóticas asociadas a la aterosclerosis", afirma la Dra. Josune Orbe, investigadora del CIMA y autora principal del artículo.
Además de su evidente trascendencia clínica, el estudio desvela los mecanismos moleculares a través de los cuales la trombina ejerce efectos vasculares dependientes de la MMP-10. Según el Dr. Martínez-González, "en este sentido, será de gran ayuda para determinar la participación de esta metaloproteasa en la función vascular. Asimismo, sirve de punto de partida para realizar nuevos estudios que nos ayuden a comprender mejor las potenciales sinergias de la trombina con otros mediadores de la respuesta inflamatoria y de la aterotrombosis".