"Red, red wine, stay close to me, don´t let me be alone" recuerda a la gran versión de la canción interpretada por el inolvidable Bob Marley. Pero, ¿qué ocurriría si aquella pegadiza melodía sobre el vino tinto acabara convertida en un recuerdo del pasado? El experto Johann Martínez-Lüscher de la Universidad de Navarra ha descubierto que un aumento de la temperatura y del dióxido de carbono podría dañar una de las bebidas más respetadas y de mayor tradición: el vino. El calor y las emisiones de este gas podrían contribuir a la maduración de las uvas y de este modo cambiar dos de los principales atributos de la bebida preferida de Baco: el color y el aroma.

Por el momento podemos estar tranquilos. Sin embargo, quién sabe si en el futuro nuestras celebraciones podrían verse afectadas. "Según los resultados, si miramos las mismas uvas, con la misma acumulación de azúcar, las que se han producido en un escenario de cambio climático, muestran un color más pobre y esto podría transmitirse al vino", dijo Martínez-Lüscher. De hecho, este fenómeno podría provocar que los vinicultores tuvieran que manipular las uvas produciendo niveles de alcohol más altos para lograr la coloración adecuada.

A pesar de que el cambio climático es uno de los mayores desafíos del siglo XXI quizá podría convertirse también una oportunidad para países como el Reino Unido que se ha unido recientemente al mercado del vino. No obstante, esto sería tan sólo un beneficio colateral en un panorama mundial que aparece más negro que rosado.

Como añadió Martínez-Lüscher, "una de las respuestas a este desafío sería el uso de nuevas estrategias de adaptación o la selección de versiones mejoradas de las actuales variedades. Quizá, una posible solución sería cambiar las variedades que cada región cultiva y producir otras propias de lugares más cálidos, sin embargo, esto supondría dar de lado a la tradición y la tipicidad de los vinos. Los efectos del cambio climático pueden percibirse en el día a día, y ahora también en nuestra mesa, y quizá en nuestras canciones.