Lograr el sueño de investigar en California
Johann Martínez Lüscher es el último premio extraordinario del Programa de Doctorado en Biología y Medioambiente
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Johann Martínez Lüscher (Biología 07, PhD 14) ha sido uno de los tres galardonados con el premio extraordinario de doctorado de la Facultad de Ciencias. En su caso, en el Programa en Biología y Medioambiente, gracias al estudio sobre los efectos de la radiación UV-B en la variedad tempranillo y en condiciones de cambio climático.
Ahora, dos años después de la defensa de su tesis, ha podido cumplir por fin su sueño: trabajar en California y en el tema que le apasiona: la vid.
- ¿Cómo valoras el reconocimiento recibido por tu trabajo en el Biología y Medio Ambiente?
Me alegré mucho por el premio extraordinario. Estoy seguro de que había muy buenas tesis entre las que elegir. Este mérito también es de mi departamento, Biología Ambiental, y de mis directoras de tesis. En la Facultad nunca faltaron medios ni, sobre todo, apoyo y buenas ideas que enriquecieron el proyecto.
-¿En qué se centró tu doctorado?
Mi tesis estudió el efecto de los factores típicamente vinculados al cambio climático - esto es, la temperatura elevada, el CO2, la escasez de agua y la radiación solar- en los aspectos fisiológicos de la planta de vid y en la propia composición de sus frutos: las uvas.
- ¿Cómo valoras la formación recibida en la Facultad de Ciencias a la hora de orientar tu futuro profesional?
En mi opinión, conforme te especializas la orientación profesional es, cada vez más, responsabilidad de cada uno. En este sentido, nos especializamos tanto que prácticamente solo nosotros conocemos qué salidas profesionales se abren tras la realización del doctorado.
Por supuesto, desde la Facultad se ayuda mucho en la obtención de las acreditaciones de la ANECA. Además, en mi caso mis directoras me empujaron desde el principio a divulgar mi trabajo. También, desde luego, a publicar los resultados en congresos y a realizar estancias y workshops a nivel internacional. Esta perspectiva ha resultado decisiva para mi carrera. De hecho, antes de terminar la tesis hice una entrevista de trabajo para una multinacional de fruta.
- ¿Qué es, para ti, lo más positivo y lo más duro de emprender una carrera en el ámbito de la investigación?
Siendo sincero, lo mejor de la profesión de investigador es que te permite avanzar en el conocimiento, poner tu granito de arena en el conocimiento de uno otro tema. Por el contrario, lo más duro es, quizá, la incertidumbre del día a día, de no estar muy seguro de que un experimento dé el resultado esperado… Por eso resulta clave tener al lado a gente que te apoye.
- ¿En qué proyecto trabajas ahora?
Conseguí mi primer postdoc una semana después de mi defensa de tesis. Lo desarrollé en Inglaterra, donde trabajé en East Malling Research (EMR), un centro histórico. Allí estuve estudiando las posibilidades de introducir nuevos cultivos en el Reino unido en relación al cambio climático.
Pero siempre quise ir a California, y el pasado junio hice realidad mi sueño. Ahora trabajo en el Departamento de Viticultura y Enología de Universidad de California, Davis. Mi tarea consiste en gestionar diariamente el laboratorio de la estación experimental de la propia universidad en el valle de Napa. Desde allí participamos en proyectos de viticultura de precisión, llevamos a cabo ensayos con nuevas técnicas de cultivo e investigamos los efectos del cambio climático sobre la calidad de la uva y el vino.