“No hay una base sólida para afirmar que las elecciones sirven para imponer disciplina a los políticos”
Amrita Dhillon, King’s College London, participó en una jornada del NCID y la Fundación Ramón Areces sobre economía del desarrollo
FOTO: Alberto Cendoya
“No hay una base sólida para tener excesiva confianza en que las elecciones sirven para imponer disciplina a los políticos”, aseguró Amrita Dhillon, profesora de Económicas en King’s College London (Reino Unido). Fue una de las ponentes de una jornada sobre economía del desarrollo organizada por el Navarra Center for International Development (NCID) de la Universidad de Navarra y la Fundación Ramón Areces.
Para la experta, en los países en desarrollo con instituciones débiles, los ciudadanos confían en que, tras las elecciones, se instauren “normativas para rendir cuentas y reducir las malas prácticas”. Sin embargo, indica que con la elección -o reelección- de candidatos corruptos esto nunca sucede.
En el workshop presentó un trabajo realizado en esta línea, que concluye que la disciplina electoral puede ser ineficaz para reducir la corrupción cuando la competencia entre políticos es demasiado alta o demasiado baja. Para llevarlo a cabo analizó datos auditados de desvíos de un gran programa de trabajo público en la India, en el estado de Andhra Pradesh, entre los años 2006 y 2010.
De acuerdo con el estudio, la corrupción tiene una relación en forma de "U" en la competición electoral: para niveles intermedios de competencia, la corrupción es menor. Cuando apenas hay competición “los políticos con cargos públicos pueden escapar con grandes niveles de corrupción y, aun así, ser elegidos porque los votantes se preocupan por otras dimensiones, como etnia o ideología del candidato”.
Por otro lado, si la competición es demasiado intensa, los candidatos “dejan de tener incentivos para comportarse adecuadamente, ya que las probabilidades de que les echen dejan de estar relacionadas con su esfuerzo”.
Asimismo, explicó que el nivel de corrupción suele depender de “si el fraude proviene del componente público o privado” y que la disciplina funciona mejor cuando el gasto público en cuestión afecta directamente a los votantes.
Un sistema de voto electrónico para evitar fraudesLa investigadora también se refirió al nuevo proyecto que realiza junto con el Departamento de Ciencias de la Computación del King’s College para diseñar un sistema de voto electrónico que evite los fraudes y sobornos. “El fraude en los sistemas de voto electrónico se basa en que las máquinas las manejan personas que pueden ser sobornadas”, sentenció. Con la misma tecnología que está detrás del ‘bitcoin’, se desarrollará un sistema de voto electrónico completamente descentralizado donde no sea necesario un mediador.
Amrita Dhillon hizo estas declaraciones en el marco de la sexta edición del NCID Research Workshop, un encuentro internacional anual sobre economía de desarrollo dirigida a profesionales, académicos y estudiantes de posgrado. Está organizado por el Navarra Center for International Development, que pertenece al Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, en colaboración con la Fundación Ramón Areces.