El sexo precoz en la adolescencia se asocia con peores resultados en la salud y el bienestar, revela una investigación del ICS
El proyecto ‘Educación de la afectividad y de la sexualidad humana’ encuestó a casi mil adolescentes de Perú y El Salvador que ya han mantenido relaciones
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El sexo en edades tempranas se asocia con peores resultados en la salud y el bienestar de los adolescentes, según revela una investigación del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra. Para realizarla, el proyecto ‘Educación de la afectividad y de la sexualidad humana’ ha encuestado a más de 6.000 adolescentes de entre 13 y 17 años de Perú y El Salvador, de los que casi mil ya han mantenido relaciones.
El estudio, publicado por la revista científica Frontiers in Psychology, apunta que aquellos que tuvieron relaciones sexuales pronto tienen peores recuerdos de esa vivencia. Por otra parte, la razón del inicio temprano no se suele vincular al amor, sino a una mayor presión del ambiente o la pareja.
Entre las principales razones señaladas para mantener la primera relación están: porque la mayoría de amigos lo ha hecho; por la insistencia de la pareja, por miedo a perderla o por la amenaza de la ruptura; y por la influencia del alcohol o drogas. “La falta de madurez podría aumentar las probabilidades de tomar decisiones menos autónomas y sensatas”, puntualizan.
Por el contrario, se indica que las personas que se inician en las relaciones físicas a una edad más avanzada guardan mejores recuerdos de la experiencia y se refieren con mayor frecuencia al amor como la razón por la que mantuvieron sexo.
Un refuerzo a estudios previosEste estudio supone un refuerzo a las investigaciones anteriores. En el propio artículo se recoge lo descubierto antes, como por ejemplo que aquellos que practican sexo antes es más probable que tengan un mayor número de parejas sexuales casuales y problemas de comportamiento; no asistan a educación terciaria o lamenten la edad de la iniciación.
Asimismo, la publicación revisa estudios previos en los que se habla de riesgos médicos. En ellos se argumenta que las adolescentes son biológicamente más susceptibles a las infecciones de transmisión sexual (ITS), como resultado de su cuello uterino inmaduro.