“Las tensiones entre identidades personales no acaban en ruptura si los vínculos que nos unen a los otros son fuertes”
Alejandro García coorganiza un congreso de la Universidad de Navarra sobre relaciones sociales e identidad financiado por el Ministerio de Economía
FOTO: Manuel Castells
“La propia identidad está imbricada por distintas vinculaciones: personales, de parentesco, ideológicas... Las tensiones entre identidades personales son flexibles y no acaban en ruptura si los lazos que nos unen a los otros son fuertes”. Así lo ha asegurado el profesor de la Universidad de Navarra Alejandro García en el marco de un congreso impulsado por el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra con financiación del Ministerio de Economía y Competitividad.
De acuerdo con el filósofo y sociólogo, “contraponer identidad a vínculos es un mal planteamiento”. Según ha explicado,“hay distintas esferas de conexión entre las personas y en ellas puede haber faltas de sintonía por sentimientos, posicionamientos, sentidos de pertenencia... Pero cuando la relación es más importante lo otro queda en un segundo plano para evitar el conflicto”.
El profesor García ha aludido a la proximidad entre vínculos e identidad humana. Por un lado, ha recordado que “no podemos llegar a ser lo que queremos sin tener en cuenta las relaciones en las que estamos inmersos. Somos seres relacionales y no podemos explicarnos al margen de esos lazos”. Por otro, ha recalcado que “eso no agota nuestra identidad porque si no, no cabría la individualidad, que es única e intransferible”.
El impacto de las nuevas tecnologías en las relaciones personalesEl profesor García también ha aludido al impacto de las nuevas tecnologías: “Permiten un universo de vínculos con otros, pero no todos contribuyen a definir nuestra identidad. A pesar de la aldea global, nos mantenemos en nuestra burbuja de relaciones significativas”.
Si bien ha valorado que con ellas “se pierden las virtualidades del contacto físico”, ha rechazado idealizar un pasado en el que los encuentros se producían únicamente de esta manera. “Ahora el contacto es más fluido”, ha enfatizado. Además, ha recalcado que “aún está por definir científicamente si hay un perjuicio o menoscabo ante las formas no presenciales de relación social”.
El experto de la Facultad de Filosofía y Letras ha comentado que han ampliado las posibilidades “de salirse de la norma social y buscar referencias distintas a las de la población reducida y cercana en la que se vive”.
Es consciente de que las técnicas de personalización de contenidos de Google y de las redes sociales promueven que “confirmemos nuestros presupuestos y nos relacionemos con personas afines en cuanto a percepción social, conocimiento, valoraciones...”, pero ha recordado que “podemos salir de esos círculos con solo un par de clics”.
En esa línea, ha reconocido quealgunos prefieren “preservar la burbuja de orientación valorativa en la que están instaladas”. El problema –ha dicho- “es hasta qué punto somos conscientes de que recibimos continuamente inputs de determinada orientación”. En su opinión, lo importante es “saber que podemos acceder a otras perspectivas” y que quien no se abra a ellas “lo haga por una decisión libre y consciente”.
Alejandro García es coorganizador junto con Ana Marta González del workshop internacional ‘Vínculos sociales e identidad personal’. La actividad se enmarca en el proyecto ‘Vínculos, emoción e identidad. La dimensión moral de los vínculos sociales’ del ICS, patrocinado por el Ministerio de Economía y Competitividad.