“Desde la perspectiva ecuménica, la unidad de las iglesias cristianas no será posible mientras no se produzca una más profunda comprensión de la figura histórica, teológica, eclesiológica y espiritual de Martín Lutero, marcado por su particular experiencia de Dios y la apuesta por la primacía de la gracia por la sola fe en la obra de la salvación”. Así lo afirmó el historiador y biógrafo Rafael Lazcano en la Universidad de Navarra con motivo de su participación en el seminario ‘La figura de Lutero, del ayer al hoy’ de la Facultad de Teología.

El seminario se celebró con motivo de los 500 años de la puesta en circulación de las 95 tesis contra las indulgencias, dadas a conocer por Martín Lutero en octubre de 1517. Un acontecimiento que Rafael Lazcano define de “singular importancia y trascendencia histórica por su significatividad teológica, eclesial y sociocultural”.

Durante la sesión, el experto en la figura de Lutero señaló también que el 500 aniversario del inicio de la Reforma nos ofrece una oportunidad “para acercarnos a la figura auténtica y original, sin apasionamientos y libres de prejuicios, con ánimo sereno y equilibrado”. Explicó que el modo apropiado de hacerlo es “poniéndose en la situación de la realidad social, política, económica, cultural y religiosa de Europa y, especialmente, de Alemania de finales del S. XV y de la primera mitad del XVI”.

Asimismo, recordó que los actos ecuménicos que tuvieron lugar el 1 de junio de 2016 con los que dio comienzo la conmemoración del 500 aniversario de la Reforma son “un testimonio de fe, amor y esperanza para el futuro de la unidad de los cristianos”. En ellos participaron el Papa, el presidente y secretario de la Federación Luterana Mundial, más los líderes de la Iglesia de Suecia y la diócesis católica de Estocolmo.