La pérdida de peso en adolescentes obesos es más efectiva en función de la longitud de sus telómeros. Así se demuestra en la última investigación liderada por la Universidad de Navarra dentro del proyecto EVASYON -un programa terapéutico para adolescentes con sobrepeso y obesidad en el que participan varios centros españoles-.           

Se sabe ya que estos biomarcadores de la edad celular -cuanto más largos son los telómeros, o extremos de los cromosomas, menor es la edad de las células y, por lo tanto, más “joven” es el organismo- están muy influenciados por el estilo de vida. “De hecho, marcan la edad celular, que no tiene por qué coincidir con la edad cronológica. Por este motivo, el tabaco, la inactividad o una alimentación poco saludable acortan los telómeros y envejecen de algún modo el organismo, aunque se sea joven cronológicamente hablando”, explica la Dra. Azcona San Julián, del Servicio de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra, centro colaborador del estudio

Según la coordinadora del estudio, la catedrática de Fisiología Amelia Martí, la genética también tiene un papel capital en la longitud de los telómeros: “Por eso en este trabajo hemos valorado el efecto de variantes genéticas de la interleucina 6, una molécula relacionada con la inflamación crónica, ya que ésta, y el estrés oxidativo, están asociados con la obesidad y con un acortamiento acelerado de los telómeros”.

El resultado de su investigación -en la que han participado 66 jóvenes con sobrepeso u obesidad de toda España- demostró que los voluntarios cuyos telómeros eran más largos respondían significativamente mejor a la intervención nutricional, que consistía en un programa intensivo de dos meses de duración para perder peso y adquirir hábitos de vida saludables. 

Más sueño de calidad y menos pantallas

Asimismo, los voluntarios fueron seguidos hasta pasar un año y los expertos pudieron comprobar que la mayoría de ellos habían mantenido la pérdida de peso lograda y, lo que resulta más importe, unos hábitos más saludables. “El abordaje de la obesidad en la adolescencia resulta primordial para evitar los múltiples problemas que sufrirán como adultos. En este sentido es especialmente importante que adquieran prácticas saludables -de ejercicio regular pero también de unas horas mínimas de sueño-, menos uso de pantallas, que dediquen tiempo a comer bien en familia y evitar hacerlo fuera de horas, reduzcan o eliminen las bebidas azucaradas y lleven una vida ordenada”, detalla la investigadora de la Universidad de Navarra.

En el trabajo, publicado en la revista Pediatric Obesity -la quinta revista con mayor impacto de las 120 publicaciones de su especialidad-, han participado equipos multidisciplinares de Granada, Madrid, Pamplona (GENOI) y Zaragoza, así como el CIBER Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn).