Una intervención de cesación tabáquica en enfermeras navarras consigue que el 40% deje de fumar
Según los resultados del estudio, el porcentaje de enfermeras que abandonaron el hábito sin la misma se redujo al 6,7%
Una intervención de cesación tabáquica en enfermeras navarras, diseñada por la investigadora de la Facultad de Enfermería, Agurtzane Mujika, ha conseguido que el 40% de estas profesionales abandone el hábito de fumar, frente a un 6,7% que lo han logrado sin el programa. El estudio es fruto de una tesis doctoral que fue defendida en el King's College London de la Universidad de Londres.
España se encuentra entre los países donde más se fuma en la UE. Además, la proporción de fumadores en los profesionales de enfermería, el colectivo sanitario más numeroso, en muchos estudios supera a la de los fumadores en la población general. Este hecho, unido a que como profesionales de la salud tienen los conocimientos, incluso en muchas ocasiones experiencia de primera mano de los efectos del tabaquismo, supone una paradoja.
A pesar de la relevancia de este fenómeno, las investigaciones dirigidas a ello son muy limitadas. Eso fue lo que condujo a la doctora Mujika a diseñar una intervención de cesación tabáquica, especialmente orientada a las necesidades detectadas en las enfermeras, y que ha sido becada en dos ocasiones por el Gobierno de Navarra. "Mis esfuerzos científicos, dada la relevancia del fenómeno, debían dirigirse a identificar acciones que ayudasen a las propias enfermeras a abandonar este hábito", apunta la doctora.
En cuanto al nivel de satisfacción de las enfermeras con el programa, la experta destaca que fue alto, ya que el modo de abordar el tabaquismo fue distinto: no se trató sólo de un método prescriptivo donde debían seguir las indicaciones del terapeuta, sino que las propias enfermeras eran las protagonistas de las sesiones y, a través del diálogo y la reflexión sobre su hábito en un clima de confianza y sin ser juzgadas, es como consiguieron dejar de fumar.
Tratamiento personalizado
El estudio se inició con una fase exploratoria, a través de cuestionarios y entrevistas personales con las enfermeras, donde se detectó que, entre los factores que influían en su hábito de fumar, se encontraban la adicción, la socialización, el estrés profesional y la rutina. Asimismo, las enfermeras que fuman actualmente y las que lo hacían en el pasado diferían en sus opiniones respecto a este fenómeno.
Los resultados de esta exploración sirvieron de base para el diseño de la intervención, que se llevó a cabo con profesionales de la Clínica Universidad de Navarra, y que consistió en cuatro sesiones individuales de un máximo de una hora en las que se hablaba acerca de su hábito, su día a día y de cómo vivían con ello.
Para la autora del estudio, "si estos resultados fueran replicados en estudios a mayor escala, podrían ser extensibles a otros profesionales de la salud y ámbitos sanitarios, lo que redundaría en una mejora de la salud de éstos en primer lugar, y potencialmente en la de sus pacientes".