Tres alumnos del MDGFI, ganadores del Fast Track de la Universidad

Fernando Robles, Kilian Ramírez, Raúl González son alumnos del Máster en Diseño Galénico y Fabricación en la Industria Farmacéutica y, junto a una psicóloga y dos ingenieros, han desarrollado un proyecto sobre un sistema sostenible de reciclaje basado en incentivos. De esa manera, han logrado hacerse con el primer premio en la última edición del Fast Track, el programa de emprendimiento de la Universidad.

“Nuestro proyecto nació con la intención de mejorar la calidad del reciclaje al descubrir cómo nuestro país sigue sin cumplir con los objetivos de reciclaje establecidos, ocasionando al final un gran deterioro del medio ambiente”, explica Fernando Robles. Diseñamos un sistema que fue evolucionando conforme íbamos indagando en el tema y hablábamos con expertos del sector. Quién nos iba a decir que podríamos trabajar con responsables de economía circular como el de Mercadona o incluso contar con el apoyo de grandes hipermercados como E.Leclerc y Carrefour”, comenta. Tras todo su esfuerzo consiguieron un plan de empresa sólido, validado por grandes empresas y con perspectivas de futuro.

“Entre octubre y abril participamos en sesiones teórico-prácticas, donde aprendimos todas las herramientas necesarias para emprender con éxito”, relata Kilian Ramírez. “Fue una formación diferente que añadir a tu perfil profesional, y una experiencia donde adquirimos las competencias que todo emprendedor necesita para enfrentarse a la vida, siempre sostenidos por los mejores mentores”.

Un programa de emprendimiento transversal

“Con el Fast Track hemos visto que cualquier idea puede convertirse en realidad, y que con sacrificio, esfuerzo e ilusión todo proyecto puede salir adelante. Es un programa que se basa en la creación de equipos multidisciplinares constituidos por alumnos de todas las carreras y todas las edades, lo que permite un mayor desarrollo en el ámbito profesional y personal”, detalla Raúl González. “Sin duda, lo más valioso del programa es esta experiencia transformadora que da un giro de 360º a la forma de ver la vida”. 

Asegura, además, que no ha sido un camino fácil: “Desde el inicio tuvimos altibajos emocionales con días en los que nos creíamos invencibles, donde nada podría salir mal. Pero al día siguiente surgían nuevos imprevistos que planteaban nuevos retos que resolver. Hemos aprendido que no importa las veces que caes sino las veces que te armas de valor para seguir trabajando por un objetivo común”.