Ser deportista de élite requiere muchas capacidades, como ser organizado, constante y sacrificado. Pero, sobre todo, lo que más necesitan aquellos que quieren dedicar su vida al deporte es tiempo. Mucho tiempo. Esta es la causa por la que muchos jóvenes que durante su formación primaria y secundaria han practicado algún deporte de nivel deciden dejarlo cuando llegan a la universidad. 

Con el fin de que fuera posible estudiar una carrera y practicar un deporte de manera profesional, el Centro de Estudios Olímpicos (CEO) de la Universidad puso en marcha, en el curso 2012-13, el Programa Talento Deportivo.

En esta tercera edición, en la que se han recibido 99 solicitudes de las que 71 han sido escogidas, el programa pone a disposición de los deportistas servicios como asesoramiento académico, deportivo y médico (que incluye preparación física y dietética), así como créditos ECTS. Para la selección de los deportistas ha premiado los niveles de competición en los que participan (desde internacional a regional), las horas semanales de dedicación o los resultados deportivos obtenidos la temporada anterior. Por facultades, las que más estudiantes aportan al Programa son Tecnun, con 28 (17 hombres y 11 mujeres) y Medicina, con 14 (7 por cada sexo).  En el plano deportivo, las disciplinas de equipo son los que más estudiantes se llevan, con los 12 del atletismo, los 11 del baloncesto y los 6 de fútbol; mientras que en los deportes individuales destacan la natación (6), el piragüismo (5) o el taekwondo (4). 

Pero, ¿qué opinan los propios beneficiados? Irati Mendía, estudiante de 3ª de Ingeniería y sexta en el Circuito de España OPEN de 10 km, piensa que es una tranquilidad el saber que desde la Universidad le apoyan y le facilitan poder seguir practicando deporte a un alto nivel competitivo, y lo asienta en su experiencia, pues es el tercer año que forma parte del Programa. Esa reflexión también la comparte Miguel Olavide, de 1º de Económicas y jugador de fútbol en tercera división, para quien la motivación por parte de los asesores resulta fundamental. "Yo creo que si se quieren hacer las dos cosas, se puede. Solo hay que poner más esfuerzo, más sacrificio y, sobre todo, más organización en tu vida deportiva y académica", aporta Amaia Benavente, compañera de clase de Irati y campeona de España de 1000km K-1 (piragüismo) Sub-23.

Todos coinciden en que este programa de la Universidad, pionero en sus características, es esencial para poder conciliar sus dos vidas. "Es fundamental que haya universidades que permitan compaginar deporte y estudios. Esta iniciativa tiene que ser expandida al resto de España porque así mejoraremos las condiciones de los deportistas", afirma Nicolás Quijera, de 1º de Economía y 7º en el Campeonato Mundial Junior de Atletismo. Por su parte, María Contreras, bronce en el Mundial de Parataekwondo Moscú 2014 y estudiante de 4º de Arquitectura, valora especialmente el apoyo que se da desde el Programa en el terreno de la preparación, todo lo referente a las instalaciones del Polideportivo y la asistencia médica y nutricional. 

Lo importante son los deportistas, no solo el deporte

Javier Trigo, director del CEO, afronta con ilusión y ambición esta tercera edición de Talento Deportivo. Para él, el carácter diferenciador de este programa con respecto a otros es que lo fundamental es que el deportista quiera verdaderamente estudiar. "Concebimos la Universidad como la institución que da formación integral y esto consiste en ayudar a cada uno en función de sus necesidades. Hay personas para las que hacer deporte es una parte muy importante de su tiempo, por lo que se les tiene que ayudar de alguna forma". Esta apuesta por el estudio en los jóvenes deportistas es uno de los requisitos principales para continuar en el programa o acceder a él, dado que "los deportistas tienen que mostrar que desean seguir con su deporte pero sin abandonar la formación académica y la propiamente deportiva que reciben desde Talento Deportivo". Trigo explica que el Programa está ya asentado en la Universidad y que las líneas de actuación que se pretenden desde el CEO ahora son dos: buscar financiación, tanto de particulares como de empresas, para crear becas a deportistas (cuyo objetivo sería no solo financiar el programa sino también los gastos propios de los estudios del becado) y presentar Talento Deportivo ante la Unión Europea, institución que ya ha mostrado su interés por el Programa.