“Pensar mejor para vivir mejor. Conectar con el mundo para conectar con uno mismo”

Compass, la Unidad de Orientación y Bienestar de la Universidad, en colaboración con el Instituto Core Curriculum, ha celebrado la segunda sesión de Re-conecta "Pensar mejor para vivir mejor", un ciclo de 4 sesiones dirigido a estudiantes y mentores. Esta segunda sesión corrió a cargo de Carmen Basanta, profesora de la Facultad de Educación y Psicología, y Deliacir "Peca" Macher, arquitecta. 

Así relata la sesión uno de los asistentes:

"Luz tenue, ruido que llega del exterior, respiramos, tomamos conciencia y, en silencio, nos introducimos en la obra de arte que nos proponen las ponentes. 

Nos movemos por el museo, llegamos, nos detenemos, contemplamos: una mirada. Nos mira, un hombre, un ojo, una oreja, salpicado de color, tonalidades de amarillo y ocre. En el centro el ojo que nos interpela. Parece asustado, se agarra a un palo, madera o hierro… imposible de saber. Vulnerable. Escondido. Se aferra con fuerza a la barra, se oculta o sale a nuestro encuentro, no sabemos. Un lado en la luz y un lado en la sombra. Dejamos volar la imaginación, ¿por qué ese miedo? ¿por qué se oculta? ¿por qué esa mirada penetrante, sigilosa, triste…? ¿Un disparo en el pecho? ¿Una herida? Parecía vestido, me acerco, está desnudo, aún más vulnerable. Pareciera un soldado en la batalla. Nos acercamos más. En las cuatro esquinas, cuatro pequeñas imágenes, cuatro partes de sí mismo. ¿Cómo comprender lo que le está pasando? ¿Puedo escuchar una mirada? ¿Puedo escuchar con la vista? ¿Puedo escuchar con los ojos? Miedo, tristeza, ansiedad. Herida, fusil. Con la mirada. 

Estamos ante 'Retrato', obra de Rafael Lavenfeld, antiguo director artístico del Museo Universidad de Navarra, fallecido en 2023. Estos comentarios descritos anteriormente formaron parte de los realizados por los participantes en la sesión 'Más allá de la superficie'. Esta apertura hacia la imagen nos ayuda a mirarnos a nosotros mismos también. Hecho que agradecían Carmen Basanta y Deliacir 'Peca' Macher, ponentes de la segunda sesión del ciclo Re-Conecta. 'Todo lo visto, todo lo percibido'. 

Hemos preparado el cuerpo para poder llegar a este punto, hemos activado la atención y el 'modo ignorante', hemos desactivado la mirada del juicio y la hemos convertido en una mirada que nos salía de dentro. Hemos dejado que la obra nos hable: al corazón, al alma, al espíritu, a la conciencia. 

Se han unido cuerpo, mente y espíritu; el placer, la verdad y el bien; el estar, el ser y el sentir; el cerebro, la voluntad y el alma. Y la conciencia. Vamos buscando el placer, nos saturamos de él, sin dejar que entre nada más pero eso no lo es todo. Pero somos mucho más, tenemos más dimensiones, podemos pensar, pero nos genera ansiedad que estos pensamientos nos engañen. Pero los podemos modificar, tenemos una mente que puede levantar o cerrar la barrera. 

Sin embargo, hay algo más allá del intelecto, tenemos espíritu y corazón, algo que la razón nunca consigue llegar a explicar. El dolor, la enfermedad, la muerte de un ser querido, una pérdida… la vemos, la conocemos, pero solo podemos ver la luz si hay alguna sombra. La sombra también es bella. Podemos encontrar la belleza en el dolor. Pero cuidado, porque se puede convertir en morbo. Si al mirar el dolor te mueve a la compasión, a la ternura, eso está en el corazón, es lo que nos hace realmente humanos. 

También nos lo da el arte. Más allá de la superficie, más allá de lo que se muestra. La superficie tampoco podemos denostarla, pero nos permite mirar. Necesitamos la superficie para respirar. Es lo primero que se nos presenta, no debemos enjuiciarla. Tendemos a etiquetar y encasillar, nos ayuda a mirar y prestar atención, pero hay que ir más allá. Caminamos diariamente, pasamos por la vida sin prestar atención a nuestro alrededor, mirando la pantalla, ¿qué me ha dado? Nada, porque la vida está más allá de ella. 

Estudiantes y mentores, mirarnos y escucharnos, parar a prestar atención, bajar la velocidad y mirar lo que somos para conectar, pero mirarnos como un todo. Traspasar el algoritmo, lo que hay en nuestra mente, e ir al espíritu, lo que somos. 

Tenemos que ir al fondo, dejar el '¿por qué dices esto?' y acercarnos al '¿qué te hace decirlo?' para llegar al entendimiento. En las distintas generaciones se contrapone razón y emoción, pero hay que contemplarnos, escucharnos y acercarnos. No se trata solo de buscar el bienestar de la persona, si no el ser mejor, estar mejor, todo tú, todo yo. 

Utilicemos la gran herramienta que nos ofrece la Universidad de Navarra, tenemos el mentoring para ayudarnos a mirarnos a la cara. A estar, sin más, que no es poco, si no mucho. 

Utilicemos este conocimiento, estas armas para mejorar lo que tenemos alrededor, para reducir la velocidad a la que nos lleva este mundo frenético. 

Cuando hemos descubierto algo como bueno, no es negociable eliminarlo de nuestra vida. Lo que me ayuda para tener una actividad contemplativa lo quiero y lo mantengo. Tenemos que pelear para conseguir espacios, mantenerlos y protegerlos. Lo he visto en otros, y lo quiero para mi. Y eso que tenemos, lo transmitimos. Prioridades. Pequeñas prácticas, momentos, que son asequibles. No es negociable, tengo que conocerme para elegir bien: mi carrera, mi marido, mi día a día. 

No hay reglas, cada uno busca su espacio, su templo para meditar, para orar, un museo… El Museo de la Universidad de Navarra, el ambiente que lo envuelve, el silencio, los anillos que nos van llevando a él, la decisión de subir las escalares… nuestro cuerpo se va preparando para la contemplación. Respiramos otro aire, escuchamos otros sonidos, nos vemos reflejados en el suelo, estamos solos… Rafael Moneo consiguió que podamos entrar en esta atmósfera. No hace falta ser un erudito en arte, no intentes conocer al pintor o el estilo, entra en modo ignorante, pues puede convertirse en datos, en un muro que no nos permite escuchar la obra. Deja que te hable, que se convierta en tu espejo, que te coja el corazón. 

Fomenta la capacidad de sorprenderte. Vivimos en un mundo que manda el 'scrolling', vemos mil imágenes al día sin mirarlas. Para, contempla. El arte nos alumbra en esto, juega con la sobra, lo feo, lo roto, no lo esconde, no los juzga. 

Estamos de vuelta en el aula, pero ya nos vamos y, aunque el silencio exterior se rompe con aplausos y palabras, dentro de nosotros permanece la calma. Hemos aprendido a mirar de otra manera: sin juicio, con atención, dejando que la vida y el arte nos hablen. 'Más allá de la superficie' no solo nos invita a observar el mundo con nuevos ojos, sino a descubrirnos a nosotros mismos en el proceso. 

En un tiempo donde todo parece acelerado y superficial, detenernos a contemplar, sentir y reflexionar no es un lujo, sino una necesidad. La verdadera conexión, ya sea con el arte, con los demás o con nosotros mismos, requiere tiempo y disposición. Y este espacio que nos regala el ciclo Re-Conecta es una invitación a hacer de esa práctica un hábito, a elegir priorizar lo que nos hace humanos". 

Próxima sesión del ciclo

La próxima charla, "¿Es posible vivir en un mundo polarizado?", está prevista para el 19 de febrero y estará centrada en el entendimiento y el respeto mutuo, fomentando la empatía. Los interesados pueden inscribirse en este enlace.