La Facultad de Filosofía y Letras celebra su tradicional jornada de trabajo en Olza

Más de medio centenar de profesores de la Facultad de Filosofía y Letras se han dado cita, por tercer año consecutivo, en el Palacio de Olza, para reflexionar sobre el futuro de la docencia y los retos que se plantean en el ámbito académico.

Después de unas palabras de bienvenida por parte de la decana, Julia Pavón, quien ha agradecido la labor del claustro y de la junta durante el pasado curso, ha tenido lugar una mesa redonda moderada por el profesor Daniel Doyle, en la que los profesores Montserrat Herrero, Gabriel Insausti y Ricardo Piñero han dialogado sobre la libertad de cátedra.

En su intervención, la profesora Herrero ha repasado el desarrollo histórico de esta cuestión, así como su normativa jurídica, recordando que la libertad de cátedra “es un derecho contemplado en la legislación española, derivado de la libertad de expresión y de la libertad de educación”. Asimismo, ha señalado que, como toda libertad, “tiene algún tipo de matiz”: “Esa limitación viene del carácter de la institución en la que se ejerce esa libertad de cátedra”. También ha afirmado que “defender la libertad de cátedra es escuchar lo que el académico tiene que decir, porque es el que sabe en contenido y en forma”.

A continuación, ha tomado la palabra Gabriel Insausti, quien ha subrayado que “hablar de libertad es hablar también de responsabilidad”. También ha afirmado que “la exposición que existe hoy en día deriva muchas veces en la autocensura”, una opinión que ha compartido el profesor Ricardo Piñero, quien ha destacado los componentes fundamentales que deberían regir la libertad de cátedra: “Dejar de especializarnos, porque lo que nutre la Universidad es el diálogo entre personas; servir a la sociedad, no como ella quiere, sino como necesita; y ejercer la desobediencia”. “La libertad de cátedra es algo que se hace, no cuando se investiga, sino cuando se enseña”, ha concluido.

La jornada ha continuado con un diálogo sobre la integración de la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito educativo, entre el profesor Alejandro N. García, de la Facultad de Filosofía y Letras, e Isabel Iribarren, directora del Servicio de Bibliotecas de la Universidad. Durante su intervención, Iribarren ha destacado que la IA aún no está completamente implementada en las bibliotecas universitarias de España pues “carecemos de una hoja de ruta para ver por dónde va este tema". Asimismo, ha señalado que las consultas que han recibido últimamente relacionadas con el uso de la inteligencia artificial en el aula han venido por parte de los investigadores, “no tanto para informarse de las bonanzas que esta herramienta pueda tener, sino para conocer los distintos métodos que pueden existir para detectar que un trabajo ha sido realizado con IA”.

Por su parte, el profesor García ha reflexionado sobre la necesidad de replantear los objetivos de aprendizaje de las distintas asignaturas, centrándose más en el proceso que en los entregables finales: “Si ahora tenemos un asistente que nos facilita tareas arduas, ¿por qué no utilizarlo en el aula? Haciendo uso de esta tecnología, hay que pensar en el valor que damos nosotros como profesores”.