Acto de agradecimiento a la familia Egea Zerolo en honor a la Cátedra María Egea
El viernes 27 de septiembre la familia Egea Zerolo fue invitada a la Universidad en un acto de agradecimiento por su colaboración con la Cátedra María Egea, creada en 2007
30 | 09 | 2024
La Universidad de Navarra y en especial la Facultad de Enfermería celebró ayer un acto en reconocimiento a la familia Egea Zerolo por su generosa contribución a la Cátedra María Egea, dedicada a la investigación y formación en Enfermería. El evento tuvo lugar en el Salón de Grados del Rectorado, y contó con la presencia de autoridades académicas, beneficiarios de las ayudas y la familia Egea Zerolo.
La Cátedra María Egea fue creada en 2007 en honor a María Egea Zerolo, quien dedicó su vida profesional a la enfermería y enfrentó con valentía su lucha contra un osteosarcoma. Su experiencia como paciente en la Clínica Universidad de Navarra y su amor por la profesión inspiraron a su familia a impulsar esta Cátedra, que busca promover el estudio y la investigación en enfermería.
Durante el acto, la decana de la Facultad de Enfermería, Ana Choperena, destacó la importancia de la Cátedra como una herramienta para continuar el proyecto de la Facultad en la investigación y el desarrollo de profesionales comprometidos con la excelencia y el servicio. Explicaba: “es la mejor manera que tenemos para agradecer el ejemplo de vida que fue María para la Enfermería. Una persona que era enfermera de vocación y que siendo paciente, siguió con esa vocación de servicio, de aceptación, y de alegría y lucha constante”.
Jesús Martín, uno de los beneficiarios de las ayudas de la Cátedra y actual profesor de la Facultad de Enfermería, compartió su experiencia al haber recibido una Ayuda de Movilidad que le permitió realizar una estancia postdoctoral en Boston. “Gracias a su apoyo, iniciativas tan importantes como la que me encuentro desarrollando son hoy una realidad. Su compromiso con la formación e investigación en enfermería está marcando una diferencia tangible, y hoy soy un testimonio vivo de ello. Gracias al apoyo de la familia Egea, he podido llevar a cabo un proyecto de gran relevancia para la traducción y adaptación cultural de una escala de experiencia con insuficiencia cardíaca crónica al inglés. Este proyecto tendrá un impacto internacional, mejorando la atención a pacientes no solo en España, sino también en otros contextos”, comentó Martín.
Beatriz Paloma, enfermera en la Clínica Universidad de Navarra, y enfermera de María Egea durante su ingreso en la Clínica también asistió al acto y dedicó unas palabras de agradecimiento a los padres de María: “tuve la suerte de haber sido enfermera de María cuando estaba ingresada en la CUN. Recuerdo perfectamente que entraba a trabajar de noches y yo estaba además embarazada. Veo la imagen, ella en la cama, semiincorporada, y le acompañaba su Madre que tenía cara de preocupación. Estaba en la habitación 211. En ese momento, creo que era uno de los primeros ingresos. Me impactó, como te impactan muchos pacientes a lo largo de la trayectoria profesional, pero María especialmente porque era una enfermera entusiasta y en lo mejor de la vida. De esas situaciones que te hacen plantearte el misterio del sufrimiento. Y es así, como lo dice un anónimo: cuando eres enfermera sabes que cada día puedes cambiar una vida o una vida cambiará la tuya.”
Además, gracias a la financiación de la Cátedra se llevó a cabo un proyecto en la CUN para empoderar al paciente con insuficiencia cardíaca crónica hospitalizado a través de la formación de las enfermeras en habilidades de coaching.
María Iraburu, rectora de la Universidad de Navarra, agradeció el compromiso de la familia Egea Zerolo con la Universidad: “con su contribución, estamos construyendo un futuro en el que la investigación y la formación de calidad en enfermería sean pilares fundamentales de nuestra universidad”. Destacó el enfoque integral de la Facultad de Enfermería que combina la máxima profesionalidad con la máxima humanidad y refleja la esencia del proyecto educativo de la Universidad, buscando siempre atender no solo las necesidades físicas, sino también el bienestar emocional y espiritual de cada persona.”
El acto terminó con las palabras de Ricardo Luis Egea, padre de María Egea, agradecido con la Universidad por hacer realidad y mantener el espíritu de María y de la grandeza de su profesión a través de la investigación, la visión a futuro de la Universidad y la Clínica, la visión de la persona en su totalidad y el espíritu de entrega y mejora constante.
Cátedra María Egea
La Cátedra María Egea ha permitido financiar numerosos proyectos de investigación y estancias de formación en centros europeos de prestigio, así como becas para estudiantes que desean especializarse en el campo de la enfermería. En el curso 2023/24, se han concedido dos becas de 4.000 euros para el Máster en Práctica Avanzada de Enfermería en Oncología y ayudas de investigación para proyectos como la validación de instrumentos de evaluación de la percepción del paciente o la implementación de programas de prevención en estudiantes universitarios.
¿Quién fue María Egea?
María Egea Zerolo nació en Madrid el 20 de enero de 1981. Estudió en el Colegio del Sagrado Corazón y posteriormente en el Colegio de Jesuitas en Madrid. En los últimos años de colegio descubre su vocación de enfermera basada en el deseo de estar cerca de la persona que sufre.Estudió enfermería en la Escuela de San Juan de Dios de la Universidad Pontificia de Comillas. Finalizada la diplomatura, y después de trabajar en el servicio de hematología del Hospital de la Paz en Madrid, se traslada a la Clinique des Cédres en Toulouse (Francia). En el mes de noviembre de 2003 se le diagnostica un osteosarcoma y su familia decide trasladarla a la Clínica Universidad de Navarra para ser tratada. Comienza entonces la etapa en la que vive la otra cara de su profesión de enfermera; ser paciente.
Un año después de su fallecimiento, en 2007 (hace 17 años), nace la Cátedra María Egea. La experiencia que tuvo María en la Clínica de la Universidad junto con su alegría, su forma de afrontar y aceptar el dolor, su relación con las enfermeras; y sobre todo, su pasión por la Enfermería motivaron a su familia a dejar la huella de María a través de esta cátedra.