Laia Andrés y María Prada han comenzado en septiembre el segundo curso del grado en Asistencia de Dirección de ISSA School of Management Assistants. Ambas han elegido el Proyecto CET (Cualificación, Estudio y Trabajo) como alojamiento durante el curso. Laia vive en el CET Goimendi y María en el CET Goroabe. Allí residen, se forman y trabajan a la vez que estudian su carrera. Esto les permite afrontar gran parte del coste del alojamiento y, de esta forma, ayudar económicamente a sus familias a la hora de costear su estancia en Pamplona.

Laia Andrés
Sabadell - Barcelona
2º del grado en Management Assistance
CET Goimendi

“He aprendido a cuidar a las personas”

“Podría describir el ambiente de un CET en una palabra: familiar. En el CET Goimendi vivimos 16 personas y lo que más me gusta es la capacidad de atención a los demás que adquiere todo el mundo que vive aquí. No me refiero sólo a las necesidades del colegio mayor, que también, sino a muchos pequeños detalles en los que antes ni siquiera me fijaba. He aprendido a cuidar a las personas.

Vivir en un CET también me ha ayudado en el desarrollo de todo tipo de competencias, como el trabajo en equipo. A lo largo de la semana, trabajo un total de 12 horas. Eso no implica renunciar a otras cosas, simplemente hay que organizarse y priorizar. Cuando tengo que compaginarlo con la carrera, los estudios son siempre lo primero y las horas que tengo para estudiar las dedico exclusivamente a eso. Organizarse es fundamental para poder llegar a todo”.

María Prada
Madrid
2º del grado en Management Assistance
CET Goroabe

“Vivir en un CET no es sólo una manera de pagar mis estudios, sino también de crecimiento personal y profesional”

“Vivo en el CET Goroabe con otras 17 personas en un ambiente muy familiar, donde cada día tenemos tertulias, hablamos y nos contamos cómo nos ha ido el día. En un principio elegí vivir en un CET para contribuir económicamente en mis estudios, pero luego me he dado cuenta de que no es solo eso: es una manera de crecer personal y profesionalmente.

Lo que más me gusta de vivir en un CET es todo lo que estoy aprendiendo: a organizarme en el trabajo, a tener el tiempo muy ocupado, a mejorar personalmente y, en definitiva, a crecer como persona. Trabajo a diario una hora y media y los fines de semana otras 5 horas y media. Compagino el trabajo con la carrera como puedo, aprovechando al máximo las horas de estudio”.