El Palacio del Condestable acogió durante los días 24, 25 y 26 de mayo unas conferencias sobre “El gótico en Navarra”. De la mano de la Cátedra de Patrimonio y Arte navarro diferentes profesores -coautores de un libro homónimo que vio la luz hace unos meses-,  presentaron el gótico en la Comunidad Foral desde la arquitectura, la escultura y  la pintura.

Abrió el ciclo Carlos Martínez Álava, doctor en Historia y profesor del I.E.S. Mendillori, con la conferencia “La introducción y la difusión de la arquitectura del gótico clásico”. Tomó como ejemplos la Colegiata de Roncesvalles, la Iglesia de Santiago en Sangüesa o Santa María de Olite -uno de los edificios góticos más antiguos de los que se conservan en Navarra-. Mención especial merecieron también en su exposición los monasterios de La Oliva, Irache, Iranzu y Fitero, así como la Catedral de Tudela. Con más de 200 fotografías Martínez Álava fue desgranando lo ardua que es la disciplina de la arquitectura cuando se trata de explicar si se está delante de un edificio tardo románico, gótico preclásico o clásico.

El profesor explicó la importancia de las formas en columnas y capiteles, arcos y bóvedas, y destacó el protagonismo de los maestros canteros, que utilizaban cuadernos de apuntes y cuyos rostros aparecen “encaramados en los capiteles de las columnas y son difícilmente perceptibles desde abajo”. Se detuvo de manera especial en la explicación arquitectónica de la Colegiata de Roncesvalles, del primer cuarto del S. XIII, y su posterior restauración y redecoración después de haber sufrido tres incendios. Es “una obra clave del gótico navarro”, afirmó. Destacó sus formas, de marcada influencia parisina, así como su cripta, que conserva las pinturas originales del S. XIII.

El ciclo siguió con las intervenciones de los profesores de la Universidad de Navarra Clara Fernández-Ladreda, Javier Martínez de Aguirre, de la Universidad Complutense de Madrid y Carmen Lacarra Ducay, de la Universidad de Zaragoza.