La visita a Madrid  de los alumnos de primero de la Escuela de Arquitectura comenzó en el estudio de Ignacio Vicens. El arquitecto les contó a los estudiantes su propia trayectoria profesional, y los animó a encontrar su propio “nicho”, ese espacio en el que cada uno pueda ser el mejor. De la mano del propio autor visitaron dos de sus más reconocidas obras: la parroquia de Santa Mónica en Rivas Vaciamadrid y la vivienda unifamiliar en las Encinas. Vicens trató de incentivar  en cada uno de ellos el afán por la cultura en todos sus ámbitos.

Subidos a unas bicicletas, un paseo por Madrid Rio les sirvió para reflexionar acerca del cambio en la ciudad y su espacio público; un recorrido que finalizó en  el Matadero de Madrid, rehabilitado por antiguos alumnos de la Escuela.

Durante su estancia, las visitas comprendieron edificios de todas las épocas, estilos y autores. Desde la Estación de Atocha y sus posteriores ampliaciones de la mano de Rafael Moneo, hasta la Iglesia de los Dominicos de Fisac, pasando por las visitas a los principales museos o grandes sedes como Distrito C de Telefónica o la sede de BMW.

El hipódromo de la Zarzuela, la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, el Mercado Barceló y el antiguo cine Barceló, la Ermita de San Antonio de la Florida,  el centro de estudios hidrográficos de Fisac, o la fundación Higueras, fueron otros de los lugares que tuvieron ocasión de visitar.

En el estudio de Carlos Rubio Carvajal, el arquitecto les  explicó en detalle algunas de sus obras, y de sus próximos proyectos. La visita a la Editorial Arquitectura Viva donde Luis Fernández-Galiano les expuso su labor como crítico de arquitectura y editor, motivando a los alumnos a leer, ser curiosos y profundizar en sus conocimientos sobre arquitectura y arte, completó la estancia en la capital.