Rolf Campos, Profesor del IESE, Universidad de Navarra
El camino fácil
Para reducir el déficit fiscal sólo hay dos caminos: bajar el gasto público o aumentar la recaudación. Y, dada la base imponible sobre la que se recauda el IVA, éste es el impuesto con el cual más fácil se puede incrementar la recaudación. Es, además, la opción menos imaginativa. Reducir gastos es más difícil, pues requiere estudiar posibilidades de ahorro y la factibilidad de ponerlas en práctica.
Aún en el caso en que no hubiera posibilidades de reducir el gasto, aparecen alternativas que pueden resultar interesantes. Una de ellas consiste en aprovechar la ocasión para rediseñar el sistema impositivo español. Una reducción de las cotizaciones sociales es una medida que podría tener un gran impacto sobre el nivel de empleo. Se podría utilizar una porción de la subida del IVA para reemplazar lo que dejaría de ingresar por estos impuestos al trabajo. Para evaluar la propuesta debemos preguntarnos si los beneficios de una reducción de las cotizaciones sociales exceden los costes del incremento correspondiente en el IVA. ¿Alguien en el Gobierno se habrá hecho esta pregunta? Sería interesante e instructivo saber a qué conclusión llegó.