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Javier Larequi, alumno de la Facultad de Filosofía y Letras

La Custodia, la ciudad destruida a sangre y fuego

mar, 02 jul 2019 12:47:00 +0000 Publicado en Diario de Navarra

El paso del militar romano Quinto Sertorio por la Península Ibérica en su enfrentamiento con Pompeyo, fundador de Pamplona, se cobró una destacada víctima en el 76 a.C. en territorio navarro. Estamos hablando, sin duda, de la ciudad prerromana que hace dos mil años albergó La Custodia de Viana. 

La resistencia numantina o el paso de Augusto por las guerras cántabras son muy conocidas entre los aficionados a la Historia, pero quizás lo son menos las redes clientelares que crearon los militares romanos en Hispania. Estas alianzas llevaron en algunos casos a la destrucción de algunas ciudades prerromanas como ocurrió con La Custodia de Viana. 

Desde hace muchas décadas se conoce la riqueza material del territorio que rodea a Viana, donde se pueden encontrar restos que se remontan al Paleolítico Inferior. La Custodia es un yacimiento clave para entender los siglos previos a la llegada de los romanos al valle del Ebro y, sobre todo, para comprender ese momento de cambio en una sociedad de la Edad del Hierro que entra en contacto con la romanización. Podría decirse que la influencia que ejerce hoy en día Logroño sobre el territorio, entonces la ejerció La Custodia. 

Sin embargo, no fue hasta 1971 cuando la destrucción y la guerra del primer siglo antes de Cristo comenzaron a aflorar en el término municipal de Viana. El investigador Juan Cruz Labeaga descubrió este yacimiento cuando documentó sobre el terreno cerámicas o metales en niveles de incendio y huesos o adobes quemados. 

Si bien desde 1994 el yacimiento de La Custodia está reconocido como Bien de Interés Cultural, no fue hasta 2017 cuando la UNED de Pamplona dio comienzo a trabajos de excavación y prospección geofísica en La Custodia con la financiación de la Fundación La Caixa y de la Fundación Caja Navarra, así como con la de instituciones públicas como el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Viana.  

Los trabajos arqueológicos se han visto dificultados, sin embargo, por el hecho de que el yacimiento esté partido por la carretera Nacional 111. Como se encuentra en un tramo muy peligroso de la vía que conecta en línea recta Viana y Logroño, La Custodia no es visitable. La construcción de esta red viaria ha supuesto un grave perjuicio para este yacimiento, pero ha sido todavía mayor el de la plantación de viñas por gran parte de la superficie, sobre todo a partir de la concesión de la denominación Rioja para los vinos de Viana. Al mismo tiempo, este yacimiento también ha sufrido el expolio y el furtivismo a lo largo de las últimas décadas.
 

La ciudad prerromana

El solar de La Custodia albergó una destacada ciudad prerromana – quizás la capital – de la etnia berona, que llegó a controlar parte de las actuales Navarra, La Rioja, Burgos y Álava antes de la llegada de los romanos a la Península Ibérica. Una ciudad que, además, estaba alcanzando su máximo esplendor al final de la Edad del Hierro en el momento de su destrucción. Aunque se ha comprobado una repoblación posterior a la catástrofe, esta nunca llegó a consolidarse. 

Como poblado, es probable que La Custodia surgiese a finales de la Edad del Bronce, hacia el 900-700 a.C. En ese momento se trataba de un conjunto de casas de pequeña entidad que se fue expandiendo gradualmente. 

Aunque el nombre indígena de esta ciudad pudo ser el de Uarakos, en época clásica pasó a denominarse Vareia y se ubicó en otro emplazamiento al otro lado del Ebro. No hay dudas de que fue la ciudad berona que destruyó Sertorio en el año 76 a.C. en la campaña que narra Tito Livio en su obra monumental sobre la historia de Roma. 

Si se confirma que una moneda hallada recientemente en la excavación se corresponde con la ceca de Uarakos, los investigadores aseguran que ya muy poca gente podrá dudar de que el nombre indígena de esta ciudad fuese este. Los contrarios a esta tesis defienden que la ausencia, hasta ahora, de monedas de plata, choca con la riqueza que se le presupone a La Custodia. 

Por otro lado, también se han encontrado 52 monedas de la ciudad vascona de Barskunes, que supone una cantidad muy superior al del resto de cecas. Este hecho ha llevado a muchos estudiosos a plantearse si realmente La Custodia podría corresponderse con Barskunes. 

En cualquier caso, fuera cual fuera el nombre de la ciudad, lo que está claro es que La Custodia fue el motor económico del territorio que en la actualidad rodea a Viana

Tradicionalmente se ha pensado que el poblado de La Custodia se encontraba emplazado en una llanura, pero lo cierto es que se ubicó en cuatro terrazas amuralladas que se elevan en la actualidad entre 10 y 15 metros en su mayor parte. 

A pesar de que su extensión de quince hectáreas casi duplica a la de Numancia, los vecinos de La Custodia no replicaron la resistencia numantina y en el año 76 a.C. sucumbieron a la violencia de Sertorio durante la guerra civil que le enfrentó a Pompeyo a su paso por este territorio. Así lo atestiguan las múltiples armas romanas y los niveles de incendio hallados en la excavación de estos dos últimos años. 

Al mismo tiempo que la destrucción de la ciudad prerromana, también se acentuó a partir del siglo II a.C. la decadencia del próximo cerro de Monte Cantabria, ubicado junto a Logroño. 
 

Intervención arqueológica

El profesor de la Universidad de Navarra y de la UNED de Pamplona Javier Armendáriz ha sido el director de las dos campañas de excavación realizadas en La Custodia. La primera tuvo como principal objetivo limpiar el corte estratigráfico de la trinchera con la carretera para poder apreciar mejor los distintos niveles de ocupación: la muralla, las calles o las casas. 

La excavación se ha centrado en estas últimas semanas en una calle, con su enlosado y sus aceras. La aparición de un nivel de restos constructivos quemados y de viviendas desplomadas sobre la calle ha confirmado el incendio que sufrió La Custodia. Entre los múltiples descubrimientos de esta zona, destacan unos bolardos inéditos en las esquinas de las aceras que se utilizaron a modo de chaflán para evitar el roce de los carros sobre la acera.

En las ciudades romanas las calles funcionaban como un sistema de drenaje clave para hacer frente a las tormentas y a las inundaciones. Esta función fue todavía más importante en el caso de La Custodia, al tener quince hectáreas de extensión. Los propios pobladores antiguos eran conscientes de esta situación, ya que lo primero que planificaron fue la calle. Esta también era fundamental en toda ciudad romana para recoger la suciedad de las casas, puesto que los ciudadanos la utilizaban en ocasiones como vertedero. 

Además, tanto en 2017 como en 2018 se llevaron a cabo dos campañas de prospección geofísica en dos de las parcelas mejor conservadas de La Custodia que han permitido averiguar la trama urbana de la ciudad, que cuenta con manzanas de casas de distinta tipología. Por un lado, han aparecido las típicas casas de planta indoeuropea que podemos encontrar en otros poblados navarros como el de Las Eretas en Berbinzana y también otras del modelo itálico más de tipo oriental. 
 

Riqueza material

Como La Custodia se destruyó de forma violenta, hay que tener en cuenta que sus vecinos no tuvieron tiempo para llevarse sus objetos. Este hecho, tal y como han confirmado las intervenciones arqueológicas, ha demostrado que se trata de un yacimiento muy rico en materiales. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que son muchos los restos que han aparecido en superficie en las últimas décadas. 

Desde el punto de vista de la numismática, destacan monedas indígenas que corresponden a diez cecas romanas, ibéricas e hispanas distintas muy importantes a la hora de entender el Valle del Ebro como la vía comercial principal de la época en Hispania. 

Quizás lo que más llama la atención es una colección de al menos una decena de téseras de hospitalidad de bronce. Estas piezas representaban en forma geométrica o de animal pactos sellados por los habitantes de una ciudad, pero que no podemos traducir porque están escritas en lenguaje celtibérico. 

Tanto los grafitos que han aparecido sobre piezas cerámicas como los grabados en las téseras de hospitalidad son los restos epigráficos más antiguos aparecidos en Navarra. 

Por otro lado, si se tiene en cuenta que todavía no ha aparecido ningún grafito o inscripción escrita en latín, se puede concluir que para el 76 a.C. la romanización solo acababa de empezar en el valle medio del Ebro. 

 

Junto a objetos de adorno personal, la violencia del ataque de Sertorio también ha permitido que se hayan encontrado proyectiles de honda romanos o puntas de lanza. También se han hallado fragmentos de cerámica, tanto local e importada, lo que muestra cómo ya en época prerromana La Custodia había tejido una red comercial que trascendía la Península Ibérica. 


 

 


 

 

 

 

Muerto a espadazos

Uno de los hallazgos más sorprendentes ha sido, según ha confirmado la paleoantropóloga Patxuka de Miguel, el del esqueleto incompleto de un varón joven de 16-19 años. En sus huesos se puede apreciar una lesión importante causada por una espada que se llevó por delante todo el temporal izquierdo de su cabeza. Por si fuera poco, los escombros de una casa le cayeron encima y el cuerpo de aquel joven ardió sobre la acera. El motivo de la muerte fue los golpes de la espada, pero las quemaduras que han aparecido en los huesos demuestran que tanto el incendio como el golpe se produjeron de forma simultánea. 

En la campaña de este año también han aparecido restos óseos humanos de otro varón con unos huesos muy robustos y que han aparecido mezclados con restos de fauna. 

Estos descubrimientos han confirmado que en La Custodia tuvo lugar una lucha cuerpo a cuerpo entre los ejércitos fieles a Pompeyo y los que respaldaban a Sertorio. Los agresores pudieron haber rodeado la ciudad y quemarla desde fuera, pero después de estos hallazgos está claro que se vieron obligados a entrar al interior de la ciudad. 
 

Recuadro guerras sertorianas

El historiador romano Tito Livio describió en su libro Ab urbe condita el avance del militar Quinto Sertorio por el valle medio del Ebro en el 76 a.C. Fue en este momento cuando Sertorio destruyó la ciudad prerromana de Cascante, justo antes de acampar junto a Calahorra, que era ciudad aliada, para desde ahí planificar el ataque y la destrucción de La Custodia. 

Esta agresión no se enmarca en un proceso de conquista del territorio hispánico por parte de Roma, sino en una guerra civil que enfrentaba a los populares de Cayo Mario, con el apoyo de Sertorio, y a los optimates de Lucio Cornelio Sila, con el respaldo de Pompeyo. 

El enfrentamiento se trasladó a la Península Ibérica cuando Sila se hizo con el poder en Roma en el año 81 a.C. y destituyó a Sertorio de su poder en la provincia Citerior de Hispania. La respuesta de Sertorio fue hacerse fuerte en la Península Ibérica, donde se había hecho con el favor de ciudades como Calahorra, y, por supuesto, no abandonar su cargo. 

Pompeyo el Grande llegó hacia el 77 a.C. a Hispania como procónsul para contrarrestar la popularidad de Sertorio. De esta manera, otras tantas ciudades como La Custodia se pusieron del lado de Pompeyo y también fue en este contexto cuando este general fundó Pamplona. 

El conflicto se prolongó entre el 77 y el 72 a.C., periodo en el que quedaron arrasadas ciudades como La Caridad (Teruel), Botorrita (Zaragoza) o la propia La Custodia en Navarra. La victoria final fue de Pompeyo, que impuso el poder de Roma a partir del decisivo asesinato de Sertorio en el 73 a.C. 
 

Colaboración con las universidades

Desde 2017 el profesor Javier Armendáriz dirige la excavación de La Custodia. En realidad, comenzó a estudiar el yacimiento mucho antes en el marco de sus investigaciones sobre la Edad del Hierro en Navarra. Desde hace muchos años, Luis Arazuri, del Centro de Estudios Tierra Estella, también se ha dedicado a conocer el territorio de La Custodia y a recoger materiales que han ido aflorando en superficie. 

El equipo todavía es reducido, pero cuenta con la experiencia de los arqueólogos Álex Duró y Javier Nuin, de la paleoantropóloga Patxuka de Miguel y de la geofísica Ekhine García. 

Además, en la excavación también han participado estudiantes como Iván Ruiz de la UNED de Pamplona y Carlos Astráin, Luka García, Sara Navaz, Íñigo Portela y Ane Urrizburu, estudiantes del Diploma de Arqueología de la Universidad de Navarra. Algunos de ellos han podido disfrutar de su primera experiencia arqueológica en La Custodia. 

Todavía es muy escaso el trabajo que se ha realizado sobre el yacimiento de La Custodia, pero el Ayuntamiento de Viana se muestra determinado a seguir con este proyecto que permitiría contribuir a seguir recuperando el inmenso patrimonio vianés. 

Pocas noticias podrían ser mejores para Viana en su 800 aniversario que la confirmación de la existencia de una importante ciudad prerromana en sus inmediaciones. Después de las dos campañas de excavación, está claro que no fue una ciudad cualquiera y no hay dudas de que la importancia de La Custodia de Viana trasciende las fronteras de Navarra.