A. Fernández Terricabras, profesor del IESE de la Universidad de Navarra y director de Finaves
Empresarios, ¡muchas gracias!
La creación de empresas que ya aumentó en España en el 2012, continuó creciendo en el 2013. ¡Es una gran noticia! Algunos pueden creer que crear, hacer crecer y hacer sostenible y rentable una empresa es fácil, pero es un pequeño milagro que engloba diferentes procesos todos funcionando armoniosamente para vender productos o servicios a clientes. Y ello, adaptándose constantemente a las nuevas vicisitudes del mercado: nuevas demandas de los clientes, competidores globales y nuevas regulaciones. Muchos son, también, quienes no lo consiguen. Una de las grandes claves está en tener un buen equipo de profesionales motivados que trabajen coordinadamente y bien liderados por alguien que les ayude a mejorar profesionalmente y a conseguir cumplir con la misión de la organización. Y ese alguien es un empresario o un director general.
Por eso, cuando vea a un empresario o un directivo, no piense en él como alguien que roba a la empresa. La inmensísima mayoría son honrados. Tampoco piense en él cómo alguien que cobra un sueldo excesivo (quizá sea más alto que el suyo pero la mayoría entran dentro de la normalidad), sino en alguien que ayuda a crear puestos de trabajo y riqueza para la sociedad y, en particular, para el entorno en el que trabaja.
Personas que se han formado para crear y dirigir empresas o quizá han ido promocionando por su valía y por su esfuerzo y que buscan hacer bien su trabajo dedicando, en la mayoría de casos, muchas más de cuarenta horas de trabajo a la semana. Al empresario o directivo no le queda más remedio que pensar en la empresa por la alta responsabilidad que tiene, no sólo ante los accionistas, sino ante los trabajadores de su empresa, sus clientes, sus proveedores y todos con quien su organización se relaciona.
Por eso, cuando vea a un empresario o al director general de una empresa, déle las gracias y anímele a seguir haciendo bien las cosas, a trabajar duro, con creatividad e innovación, pensando en el crecimiento de su organización, rodeándose de gente con talento y comprometida, haciendo que, ese pequeño milagro que es una empresa, siga creciendo porque es a base de empresas, de buenas empresas, que un país puede crecer y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.