03/11/2021
Publicado en
Diario de Navarra
Maite Illarramendi Garmendia |
Cada año se ofertan 1.683 plazas para ser Enfermera Interna Residente, a repartir entre las más de 10.115 graduadas a nivel estatal. Estas tienen que elegir solo entre las siete especialidades que son matrona, familiar y comunitaria, salud mental, pediátrica, geriátrica, trabajo y médico-quirúrgica. Por consiguiente, hay unidades que requieren conocimientos más específicos que los del grado de Enfermería, como Urgencias o la Unidad de Cuidados Intensivos, no tengan dicho reconocimiento de ser especialidades.
Son muchas graduadas quienes buscan ampliar su conocimiento mediante másteres, los cuales no están reconocidos por el Ministerio de Sanidad. Y otras muchas las que están trabajando en unidades sin estar lo suficientemente cualificadas; esta carencia estructural, que, en ocasiones, no nos paramos a pensar, es la que perjudica a los y las pacientes.
Si a las enfermeras se les exigiera una preparación específica para cada área, tal y como sucede en la medicina, los cuidados que reciben los y las pacientes serían mejores. Además, mediante estas medidas, las enfermeras se sentirían con más confianza a la hora de realizar diferentes intervenciones. Si se ofreciesen más especialidades y plazas para ser EIR, el grado en enfermería dejaría de ser tan genérica. Así, conseguirían desempeñar correctamente su papel en cada una de las unidades, obteniendo resultados óptimos con cada paciente. ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar hasta que reconozcan más especialidades?