Parece que la idea de la «Europa a dos velocidades» es una amenaza cuyo objetivo es forzar a los países menos disciplinados a introducir reformas de calado para entrar en el club del núcleo duro. Esta situación recordaría los esfuerzos de varios estados para cumplir los criterios de convergencia del Tratado de Maastricht. No es realista hablar de «Europa a dos velocidades» sin hablar de ruptura de la zona euro. Esta ruptura es la que se quiere evitar, por las graves consecuencias que tendría en la zona euro y debería quitarse credibilidad a esta opción. Los líderes europeos no dejan de sorprendernos con su capacidad de llevar las situaciones al límite, con lo que no podemos descartar la posibilidad.