Antonio Aretxabala Díez, Geólogo, Escuela de Arquitectura
Los animales podrían percibir cambios químicos antes de un terremoto
Nos acabamos de enterar: unos científicos de la NASA y otros británicos de la Open University han estudiado el comportamiento de los sapos italianos, éstos huyeron de sus charcas antes del terremoto de l'Aquila, en 2009 mató a 309 personas.
Los animales habitantes del agua son sensibles a cambios en su composición química. Algunos geólogos lo habían investigado: científicos de la NASA han corroborado que las rocas sometidas a fuertes tensiones liberan partículas cargadas eléctricamente. Las cargas en forma de iones nos causan dolores de cabeza, nerviosismo, náuseas..., elevan el nivel de serotonina, hormona del estrés.
El caso es que en contacto con la atmósfera pueden producir luminiscencia, nubes de colores, como hemos comprobado antes de varios terremotos, últimamente han sido estudiadas, grabadas y filmadas. En el agua, el proceso puede evolucionar hasta la formación de agua oxigenada (H2O2). Como sabemos, afecta a la materia orgánica disuelta en estanques, convierte la materia orgánica inocua en sustancias que son tóxicas para los animales.
Así podríamos diseñar nuevos instrumentos para anticiparnos a los desastres sísmicos. Ésta no es la única experiencia; los chinos se llevan la palma: desde el terremoto de Haicheng en 1975, varias líneas de investigación centran desde entonces sus esfuerzos en las observaciones de serpientes huyendo, incluso con temperaturas invernales.
Un investigador retirado del servicio sismológico de China: Sun Shihong, aconseja en conferencias y publicaciones observar el comportamiento de reptiles, ratas, animales domésticos, cambios en el sabor de las aguas de pozos...; ser consciente de estas anomalías ha salvado muchas vidas. Ya en el 373 antes de Cristo, encontramos referencias escritas en Grecia.
Una teoría muy popular en California, en constante transformación, propone una correlación entre el número de animales de compañía extraviados y el número de seísmos en el área de la bahía de San Francisco.
¿Y nosotros, hacemos algo al respecto? El servicio sismológico del IGN, recogió varias llamadas del comportamiento anómalo de especies domésticas antes de los terremotos de Lorca, perros agitados, gatos huyendo, en la charca de Totana pájaros en estampida, cerca de Torrevieja, en la traza de la falla asesina, una llamada alertó dos minutos antes del comportamiento anómalo de su ninfa (un loro australiano), se volvía loca en su jaula, es una especie muy tranquila.
Este campo de investigación se nos brinda ahora en bandeja en El Hierro, aprovechar semejante potencial, y sumarnos así a estas investigaciones internacionales tan importantes, sería una inversión en I+D+I a la altura de organizaciones tan prestigiosas como la NASA, el servicio geológico de los EEUU, la universidad de Berkeley, el servicio sismológico de China o la Open University UK, y tantas otras repartidas por el mundo en la que algún estudiante español participa... Pero claro, seguro que a más de uno de los que nos gestionan esas letras tan poco spanish del I+D+I, esto le hace sonreír.