Parece el nombre de un cazabombardero, pero en realidad son las siglas con que los jóvenes llaman al papa Benedicto XVI, en lenguaje sms. El papa alemán viene a Santiago y Barcelona. ¿Para qué? Había querido ir antes, con su hermano Georg, tanto a Santiago de Compostela como a la Sagrada Familia de Barcelona; pero no le había sido posible hasta ahora. Pero no viene como un turista más, sino como un peregrino. Quien hace el Camino es alguien que va a rezar, a aprender, a profundizar. Esto es lo que hará Benedicto XVI ante la tumba del apóstol.

Juan Pablo II peregrinó a Santiago en 1989, con jóvenes de todo el mundo. Allí dijo aquellas famosas palabras: «Europa, sé tú misma». Se refería a las inevitables raíces cristianas del viejo continente. Ratzinger es también un europeo convencido. Piensa sin embargo que esta ha sufrido el conocido «rapto de Europa», por el que renunciamos a nuestros propios orígenes. Y un árbol sin raíces, se seca. Benedicto XVI va, como tantos alemanes que hacen el Camino de Santiago, como peregrino y como europeo.

Uniendo pasado y futuro, irá después a Barcelona, a la Sagrada Familia, «catedral de Europa». Una catedral en pleno siglo XXI, con alcance universal. Gaudí atrae a verdaderos ejércitos de turistas, con una obra llena de fe y belleza. Ratzinger decía que el principal argumento para evangelizar hoy un mundo posmoderno es la belleza del arte cristiano y de la vida de los santos. El «arquitecto de Dios» podría unir estas dos facetas, si su proceso de beatificación llega a buen puerto.

Allí, el papa alemán hablará de la vida y la familia, en un mundo un tanto hostil. Visitará después un hogar para niños con Síndrome de Down. Todo un canto a la vida y a esa familia que nos sostiene. No viene de turismo sin más. No es un simple guiri. Es un peregrino que viene a rezar, a hablar y escuchar, como suele hacer. Recibámoslo con la hospitalidad que dispensamos a los peregrinos. También con nuestros mejores deseos: ultreya!