Enrique Baquero, Profesor de la Facultad de Ciencias
Por un hábitat que garantice paz y dignidad a las personas
Naciones Unidas define el hábitat (del latín habitare=vivir) en relación con los asentamientos humanos, lugares donde, en su estado ideal, ¿las personas posean un lugar donde hallen paz y dignidad, sin barreras económicas o sociales". Pero el hábitat puede definirse de formas distintas. En el campo de la ecología es ¿espacio en el cual una población biológica puede residir y reproducirse, de manera tal que asegure perpetuar su presencia en el planeta".
A diferencia con el hombre, otros animales tienen unos muy distintos requerimientos para su hábitat, en función de necesidades relacionadas con la temperatura, la humedad, la disponibilidad de un determinado alimento, etc.
En resumen, un hábitat es un lugar con las condiciones apropiadas para que viva un organismo o una comunidad animal o vegetal, y también para reproducirse. Esas condiciones no son estáticas, pues los organismos pueden modificar su hábitat pudiendo acarrear cambios que le obligan a adaptarse a un nuevo entorno.
En el caso del hombre, su hábitat debe ser considerado auna gran escala, por encontrarse en los lugares geográficos más diversos y teniendo, además, la capacidad de transformarlo. Pensemos en el cambio climático global (en gran medida debido al hombre según el IPCC o Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático), la destrucción de los hábitats de otras especies, la abundancia de especies invasoras, la transformación genética de las propias especies¿ Estos cambios afectan también al hombre, que simplifica cada vez más su propio hábitat llevando culturas y tecnología a lugares en los que otros seres humanos mantienen un hábitat ¿mejor conservado".
Algunos simplifican el concepto de hábitat considerando únicamente la cantidad de personas que puede albergar. Sin embargo, las distintas culturas han desarrollado su modelo para que este máximo sea muy distinto en diferentes lugares. También la localización de las civilizaciones en el sentido geográfico debe ser considerada al tratar de buscar ese número ideal. Podría decirse que el hombre está tratando de distanciarse de los factores naturales tradicionales que determinan su propio hábitat, utilizando avances que ningún otro animal ha conseguido.
Las Naciones Unidas, en su dedicación para lograr que las personas posean ¿un lugar donde hallar paz y dignidad, sin barreras económicas o sociales", trabaja en la mejora de las condiciones de vida y de trabajo, y considera como mínimos la posibilidad de alimentarse, estar protegidos y seguros.¿Vamos en esa dirección?
No parece que estemos cumpliendo las reglas de la naturaleza en este aspecto básico para nuestra supervivencia. En los lemas utilizados año tras año en el Día Mundial del Hábitat las protagonistas son las ciudades, ya que es un hecho que la población humana ¿ha decidido" que ¿su hábitat" tenga preferentemente esa estructura. Si es así, trabajemos para que éstas recuperen las condiciones mínimas para que el hombre se aproxime a la norma ecológica que garantice su existencia con esa paz y dignidad que mencionan en Naciones Unidas.
Hagamos de las ciudades espacios limpios, sin contaminación, con entornos dónde niños, jóvenes, adultos y ancianos puedan desarrollar variadas actividades con seguridad, en proximidad con la naturaleza, y donde la calidad de vida de todas las personas tenga unos mínimos en relación con la salud, la alimentación, las posibilidades de trabajo y de ocio, la inclusión social de toda la población y el reconocimiento de la identidad individual y colectiva. Es verdad que algunas ciudades parecen estar yendo en esa dirección, en una especie de competición de ¿ciudades ecológicas". Esperemos que no sea solamente política.
Pongamos por delante de intereses particulares, ideológicos o partidistas las leyes de la naturaleza, también en el caso de nuestra especie.