Carlos Javier Chaccour Diaz,, Médico de la Clínica Universidad de Navarra e investigador del Instituto de Salud Tropical de la Universidad de Navarra.
Misión Malaria
El premio Nobel de Medicina 2015 ha sido concedido a los impulsores de dos grandes avances en la medicina tropical o salud global, como se le conoce actualmente.
William Campbell y Satoshi Omura trabajaron en conjunto durante los 70 y 80 para desarrollar la ivermectina. Una droga descrita por muchos como "maravillosa" por su amplio espectro de acción contra parásitos intestinales y cutáneos. La ivermectina es hoy en día nuestra principal arma contra la oncocercosis (la ceguera de los ríos), una enfermedad que causaba grandes estragos en zonas rurales de áfrica e hispanoamérica hasta hace poco, provocando la ceguera en poblaciones enteras. La ivermectina, donada por Merck para este fin, aunque no logra curar la enfermedad previene la ceguera. Hoy en día la toman de forma anual unos cien millones de personas. Desde el inicio del programa de donación de Merck se han regalado más de dos mil millones de dosis.
Youyou Tu, por su parte, ha jugado un papel clave en el descubrimiento y posterior desarrollo de la Artemisinina, un derivado de una planta usada en la medicina tradicional china que se ha convertido en la droga de mayor importancia para el tratamiento de la malaria. La artemisinina y sus derivados tienen una acción rápida y de gran magnitud contra los parásitos del género Plasmodium, causantes de la malaria. Los derivados de la artemisinina, usados de manera combinada, constituyen la droga de primera elección recomendada por la Organización Mundial de la Salud para el tratamiento de la malaria a nivel mundial. En el año 2013 se cuantificaron unos doscientos millones de casos de malaria y cerca de quinientas mil muertes por esta causa a nivel mundial. Sin la Artemisinina hubieran sido muchos, muchísimos más.
Para el grupo de investigación en malaria al que pertenezco, dentro del Instituto de Salud Tropical de la Universidad de Navarra, el premio Nobel de Medicina de este año resulta de especial interés ya que nuestra línea de investigación supone de algún modo la combinación de ambos temas. La ivermectina no sólo mata parásitos si no que, al encontrarse en sangre por encima de cierto nivel, es capaz de matar a los mosquitos (vectores de la malaria) que se alimentan de la persona tratada. Como consecuencia, la ivermectina -utilizada de manera adecuada- constituye una herramienta potencial para el control de la malaria. Representa el uso adicional de una droga "maravillosa" que puede ayudarnos a eliminar una enfermedad que, vale la pena recordarlo, continúa matando a un niño cada minuto.