Isabel Rodríguez Tejedo, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Navarra
Más y mejor
La Comisión Europea va a pedir a España que barra el patio de su casa con un poco más de empeño para 2012. En general, las autoridades internacionales parecen aprobar a grandes rasgos la dirección de nuestra política, y es probable que la expedición del FMI que está prevista para dentro de muy poco respalde ese dictamen. Y sin embargo, no es la primera vez, ni será la última, que esa confianza traiga "peros" y "aunques".
Por un lado, parece casi cierto que el déficit global peinará el objetivo del 6%, el objetivo marcado para 2011. Pero volveremos a oír avisos sobre la importancia capital de que las autonomías mantengan sus compromisos y el gasto se controle a todos los niveles. Las demandas europeas probablemente incidirán en el control del gasto público en partidas muy sensibles, como son la salud y la educación.
Más allá del control presupuestario, España ha aplicado medidas globales que se ven con buenos ojos, aunque se echan en falta reformas estructurales de calado, especialmente en el mercado de trabajo. Engañosamente, la ruptura de las negociaciones entre sindicatos y patronal puede no parecer costosa. Al fin y al cabo, el gobierno implementará cambios. Pero los meses que ha consumido un proceso con pocos resultados son tiempo, si no perdido, mal empleado. Parece poco probable que la Comisión deje de notar que, a primera vista, la reforma que viene no vaya a cumplir ni con las expectativas ni con las necesidades del mercado.
En suma, el mensaje que seguramente nos llegue de nuestros socios del norte es que no están en desacuerdo con las líneas generales de las medidas. Pero (y esa es la palabra clave) que esperan, y probablemente demandarán, más y mejor. En algunos casos probablemente mucho más. Sólo queda saber cómo, tal y como están las cosas, vamos a responder a la petición de mayores esfuerzos.