Pablo Foncillas, Profesor de Dirección Comercial en IESE-Universidad de Navarra
Fail fast, fail smart, fix fast
Una de las mayores empresas tecnológicas del mundo por capitalización bursátil y que ha demostrado un recorrido al alza importante en los últimos tiempos, Google, tiene como lema interno el que ocupa el titular del artículo. Una compañía de base tecnológica, donde la innovación debe formar parte de su ADN para sobrevivir ¿puesto que es la exigencia de la categoría en la que compite¿ nos puede ayudar a reflexionar sobre la innovación. Cae rápido, de manera inteligente y arréglalo rápido. ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué podemos aprender?
En primer lugar, ellos saben que van a tener fracasos. Y como tales, lo mejor es pasar página rápido. De hecho, en su historia corporativa han tenido sonados errores (Google Answers o Google Videos). Es decir que para innovar y tener éxito es necesario asumir que vas a sufrir algunos reveses. A su vez, ello implica dos cosas: una, que pasar rápido a la siguiente etapa no significa que no debas entender y aprender el porqué te has caído. Otra, que quien se equivoca ha de tener la tranquilidad de que no le van a cortar la cabeza (no al menos la primera vez). Recuerdo al principal ejecutivo de una aerolínea con miles de empleados que un día me explicaba su visión respecto a la innovación: "no me preocupan las personas que cometen errores. Me preocupan las personas que cometen dos veces el mismo error". Hace falta una actitud así para poder innovar.
En segundo lugar, que con cada equivocación hay que tener pensado cómo sacar partido a aquello que no has hecho bien. Es decir, crear unas reglas por adelantado para anticipar la posible caída y comprender respecto a qué dimensiones te has equivocado; tener listas unas barreras de protección para la caída.
Y en tercer lugar, concentrarse en arreglar lo que no funciona lo más rápidamente posible. Implícita en esta tercera reflexión está la idea de lanzarla al mercado cuanto antes de nuevo y volver a probar. Hacerlo interactivo, hasta que funcione o termines por descartar el producto. En tecnología, y cada vez más en otras muchas industrias, no tienes tiempo para hacer pruebas como se hacía antes. Has de lanzarte al mercado, tomar decisiones, correr riesgos. Innovar, aunque parezca lo contrario no rima con improvisar. Las empresas sometidas a fuertes presiones de innovación, hoy día casi todas, deben tener muy claro cuál es su lema para innovar. ¿Cuál es el suyo?