11/10/2022
Publicado en
Diario de Noticias
María Cruz Díaz de Terán |
Profesora de Filosofía del Derecho. Coordinadora del Curso Online de Formación en Igualdad y del Curso Online de Estudios sobre la Mujer
El 19 de diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 66/170 para declarar el 11 de octubre como Día Internacional de la Niña. Desde 2012, se conmemora cada 11 de octubre. Por tanto, este año se celebra su décimo aniversario. Como recuerda UNICEF, todavía a día de hoy en muchas partes del planeta el hecho de nacer niña o niño determina las oportunidades de una persona para tener acceso a salud, educación y protección. Partir de esta realidad es clave para abordar la defensa de los derechos de la infancia.
Las niñas de todo el mundo siguen enfrentándose a retos en lo que respecta a su educación, bienestar físico y mental, y la protección necesaria para una vida libre de violencia. Por ejemplificar con datos que nos brinda UNICEF: a pesar de los avances en el acceso a la educación, 1 de cada 4 niñas adolescentes y mujeres jóvenes en África Occidental y Central no sabe leer ni escribir y más de 200 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital femenina, una terrible práctica que atenta directamente contra sus derechos. En España, más de 18.000 niñas están en riesgo de sufrir esta terrible práctica y unas 200 viven en Navarra. Son menores de 14 años residentes en territorio español, pero originarias de países donde esta práctica está arraigada, según el informe de la Fundación Wassu-UAB.
Las causas de esta brecha son muchas y no es mi intención abordarlas en este artículo. Mi intención es más bien una propuesta y una petición. La propuesta surge de una realidad: por una lado, que la adversidad trae consigo, a menudo, el ingenio, la creatividad, aprender a adaptarse antes las situaciones difíciles y la capacidad de innovar. Como señalan las Naciones Unidas, los 600 millones de niñas adolescentes del mundo han demostrado una y otra vez que, si se les facilitan los recursos y las oportunidades, ellas mismas pueden ser las que impulsen el progreso en sus comunidades, reconstruyendo un futuro más firme para todos que incluya a las mujeres, las niñas y los niños y los hombres. Por otro lado, y como consecuencia de lo anterior, la convicción de que, tanto las niñas como los niños, son agentes de cambio y que, por tanto, no nos podemos permitir perder la mitad del talento de la humanidad.
Las niñas y los niños son quienes impulsan el crecimiento en todo el mundo. En el Día Internacional de la Día apostemos por una educación integral para las niñas sin sesgos, una educación STEAM. Este término fue acuñado en 2010 por la Rhode Island School of Design añadiendo al tradicional STEM la necesaria “A” de las artes para crear un nuevo e innovador modelo de aprendizaje que conjugase las 4 disciplinas (la ciencia, la tecnología, ingeniería, artes y matemáticas, con sus siglas en inglés). Más en concreto, la propuesta invitaba –e invita- a integrar las áreas con un enfoque interdisciplinar en lugar de establecer espacios de conocimiento separados.
El término STEAM añade al tradicional STEM la necesaria “A” de las artes para crear un nuevo e innovador modelo de aprendizaje que conjuga ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas
Esto es, tener en cuenta las habilidades artísticas y creativas con la educación STEM y poner más en valor si cabe el aspecto de la innovación y el diseño, el desarrollo de la curiosidad y la búsqueda de nuevas soluciones. Así, reconociendo el papel protagonista que el arte y el diseño mantienen junto con el resto de disciplinas que conforman las STEAM, podemos situar a la innovación como elemento transversal a todas ellas y, de forma conjunta, favorecer el empoderamiento femenino desde ellas.