Rolf Campos, Profesor del IESE, Universidad de Navarra
Para Atenas, la ayuda no será gratis
Tras todo tipo de especulaciones sobre si finalmente se rescataría o no a un país de la zona euro en caso de necesidad y sobre qué organismo se encargaría de ello, parece que finalmente en una reunión extraordinaria de la Comisión Europea se ha alcanzado un acuerdo entre los dirigentes europeos. El acuerdo involucra al Banco Central Europeo junto con la Unión Europea. Este movimiento, aparte de por el evidente riesgo de quiebra soberana, busca minimizar la probabilidad de contagio que se manifiesta en las especulaciones sobre las similitudes entre las economías española y portuguesa con su homóloga griega. El acuerdo transmite un mensaje de unidad e intenta evitar una profundización de la brecha que separa a las economías con grave deterioro fiscal y una economía estancada, y aquellas cuya recuperación económica está en curso.
De todos modos, para Grecia la ayuda no será gratis. El apoyo, por ahora verbal, lleva supeditado un control estricto de sus cuentas públicas y exige una austeridad económica que, aunque consiga salvar las cuentas del sector público, pesará sobre la velocidad de recuperación de la economía.