Se está extendiendo la costumbre de incluir un apartado de ¿Logros más significativos" (a veces en inglés, "Key achievements") en los currículum de directivos que se presentan a procesos de selección. Implícitamente, esos logros se suponen personales. Pero no pueden serlo, pues siempre implican proyectos de tal envergadura que han requerido la participación de varias personas (por ejemplo, implantar una estrategia de internacionalización, la puesta en marcha de una nueva planta, etcétera, cuyo éxito se mide en términos sólo económicos).

Los currículum raramente contienen algún rastro de esas participaciones. Ni una referencia, mucho menos un reconocimiento o un agradecimiento; nada. Aunque la participación de otras personas en proyectos exitosos fue no sólo necesaria, sino que las acabó marcando positiva o negativamente, profesional y personalmente. ¡Y esto es también resultado de un proyecto! Incluso en casos con una parte individual innegable: ¿a cuántos pilotos de F-1 o de Moto GP ha oído agradecer algo al equipo Pocos, desgraciadamente; algunos de manera que se adivina forzada. Si tiene ocasión de entrevistar al autor de un currículum así, pruebe con la siguiente pregunta: "Y… ¿cómo quedaron las personas que participaron en ese proyecto? ¿Crecieron profesional o personalmente y están hoy satisfechas en sitios de más responsabilidad? ¿Son amigos suyos; le aprecian? ¿O acabaron hartos y desmotivados, quemados, como se dice? ¿Puede darme algunos de sus nombres para hablar con ellas?". Verá cómo le cambia la cara; no había pensado que eso, positivo o negativo, es también parte de sus logros.

Ponga esa pregunta por pasiva: "¿Quién, como mentor, colega, le ha ayudado en su exitosa carrera? ¿Dónde estaría usted sin su ejemplo o consejos? ¿Le podemos llamar?". Espere una cara aún más larga por respuesta. ¿Tampoco se le ha ocurrido que más de una persona le ha ayudado en su carrera (además de otros que se la habrán dificultado)? ¿Por qué no se ponen esos logros y ayudas en los currículum? ¿Miedo a sembrar dudas sobre la calidad profesional del autor? Justo lo contrario es cierto; su omisión denota poca madera de buen directivo. ¿No pensó en el aprendizaje de sus colaboradores, profesional o personal? ¿Aprendieron por azar, sin que él se lo propusiera? Mal directivo, pues algo aprendieron, seguro.