Eduardo Martínez Abascal , Profesor del IESE, Universidad de Navarra
Rescate bancario: buenas noticias
Hemos demonizado la palabra rescate, como si el rescate (de un gobierno, de un banco o de varios) fuera el fin del mundo. El rescate acaba viniendo, la población se deprime y eso no ayuda a levantar la confianza que es lo que más necesitamos. La gente no entiende lo que es un rescate pero le aterroriza la palabra.
El rescate consiste en que cuando nadie le presta dinero a un gobierno, la Unión Europea (UE) le presta ese dinero que los mercados le niegan. En el caso de un banco, cuando el banco necesita capital y no lo puede captar en el mercado, el gobierno pone ese capital (mete dinero en el banco y recibe acciones a cambio y pasa a ser el principal accionista). Si el gobierno no tiene ese dinero, es la UE la que presta ese dinero al gobierno para que éste inyecte capital en el banco. Esto es precisamente un rescate bancario. Es lo que hizo la UE con Irlanda El Gobierno irlandés recibió 67 millardos (miles de millones), 50 de los cuales deberían ser inyectados en la banca irlandesa.
Lógicamente el rescate va con condiciones. El que te presta te pone condiciones para asegurar que le devuelves el dinero y que lo utilizas para lo que toca. Normal. Negarlo es absurdo.
El rescate ocurre cuando te ahogas y no puedes salir por ti mismo del agua; viene alguien y te echa un salvavidas. La otra alternativa es rechazar la ayuda y continuar nadando contracorriente hasta que te salvas por ti mismo… o más probablemente te ahogas. Indica mucha soberbia, ignorancia o espíritu quijotesco el no pedir ayuda cuando uno está mal.
El Gobierno acaba de solicitar la ayuda de la UE (el rescate). La UE se ha comprometido a prestar al FROB hasta 100 millardos, para que este recapitalice la banca con problemas. Los detalles sobre cuanto se presta, quién lo presta, a qué plazo y a quién se sabrán cuando se tenga una idea más clara de las necesidades de recapitalización de la banca. Esta incertidumbre puede ser mal acogida por los mercados.
Casi todos los países europeos han inyectado dinero en sus bancos: Francia, Alemania, Bélgica, Inglaterra, etc. Total, unos 1.500 millardos. Eso sí, lo hicieron a tiempo entre 2008 y 2010 y no tarde como nosotros. Para poner las cifras de España en perspectiva: el rescate de cajas con problemas (que suponen menos del 25% del sistema bancario español), requerirá uno 50-70 millardos como mucho (siempre que la situación no económica no se deteriore extremadamente). Inglaterra inyectó 100 millardos en sólo tres bancos: RBS, Lloyds y Northern Rock. El problema es que el Gobierno español ahora no tiene dinero para recapitalizar sus bancos (sí lo hubiera tenido en 2008-09) y lo tiene que pedir a Europa.
Resolver el problema bancario es el primer paso para que haya crédito, circule el dinero y la economía se reactive. Estos 100.000 millones no harán que la economía crezca mañana, pero ayudará a que no se deteriore más. Y sobre todo, deberían ayudar a restablecer poco a poco la confianza. Aunque los mercados de entrada es posible que no lo vean así.