Rafael Andreu y Josep M. Rosanas, Profesores del IESE Universidad de Navarra
Contratar por ordenador
Parece que una de las molestias que las personas ocasionan a los directivos de una organización es hacerles perder tiempo. Desde el momento de su contratación, el departamento de recursos humanos tiene que dedicar tiempo a conocer al posible empleado si se quiere hacer una buena selección: verle, examinar sus documentos, entrevistarle, etcétera. La solución de estas pérdidas de tiempo: olvídese de procedimientos pasados de moda. Un ordenador puede hacerlo mejor. Hay estadísticas de qué tipo de empleado resulta mejor para cada puesto de trabajo. Hacemos que el posible empleado hable con el ordenador directamente, éste consulta las estadísticas y nos da la decisión. Perfectamente aséptica, sin favoritismos ni errores. Basada en estadísticas. Así lo contaba The Economist el mes de abril pasado ("Robot recruiters"). Hay empresas que coleccionan millones de datos para ver si tropiezan con alguna correlación entre lo buen empleado que es uno y el navegador que usa en internet, o si la gente con antecedentes penales puede ser mejor para determinadas cosas (según parece pueden ser mejores para trabajar en centros donde contestan a los clientes que piden asistencia, lo que debería hacernos pensar un poco). Parece que, en promedio, los mentirosos (detectados mediante un truco en el test) son mejores vendedores, lo que también debería hacernos pensar. La fascinación que las estadísticas ejercen sobre muchas personas es realmente digna de mejor causa. Una correlación entre dos tipos de datos parece ser razón para suponer que existe una relación de causa-efecto entre ellos, práctica que desaconseja cualquier libro serio de estadística elemental. Deberíamos por tanto usarlas con precaución.
Tanto en la selección de personal como en cincuenta otros campos de la vida social, desde accidentes de tráfico hasta riesgos sanitarios o sistemas de incentivos. Y en cambio, se usan con una notable profusión. El artículo citado dice que en Xerox "descubrieron" con estadísticas que un empleado tiende a permanecer más tiempo en su trabajo si vive cerca de la empresa y pueda trasladarse fácilmente. ¿Se necesita algo más que el más obvio sentido común para llegar a esta conclusión? ¿Y no nos olvidamos así de los aspectos cualitativos y subjetivos cruciales en cualquier trabajo? Otro día hablamos de este tema.